El apego en edades tempranas y el vínculo que el niño afianza con los cuidadores. Aunque no se queda en la niñez, no se mantiene intacto. Va creciendo, los apegos cambian y no se centran en cuidadores sino en las personas con relación emocional.

Hablemos de los apegos y sus tipos.

 

Los tipos de apego

El apego adulto es diferente del apego infantil. En la infancia, el apego corresponde a la necesidad de supervivencia, mientras que en la edad adulta nos mantiene conectados con otros con los que interactuamos.

Apego seguro

Este tipo de apego es el más común. Esta relación no será abandonada. El hecho de perder una amistad o una ruptura amorosa es doloroso y causa mucha pena, pero estas emociones son normales y pertenecen al apego seguro.

Este apego se caracteriza por establecer relaciones de confianza, comodidad e igualdad con los demás.

Las personas con apego seguro lo dan y lo reciben. Asimismo, sus relaciones son estables, positivas y emocionalmente independientes.

Apego evitativo.

Es un estilo de apego en el que la persona muestra mucha desconfianza a la hora de relacionarse con los demás.

Estas personas a menudo se sienten incómodas en las relaciones íntimas y expresan miedo al compromiso (conscientemente o no).

En este sentido, estas personas se comportan de una manera que solo crea amistades superficiales con los demás. Es común que las personas insociables o distantes muestren este estilo de apego.

Apego ambivalente

Es un apego a través del cual una persona se conecta con otras personas de manera injusta. Esto a menudo se manifiesta como una relación injusta en la que la persona depende emocionalmente de los demás.

Esta dependencia emocional también puede llevar a las personas con este estilo de apego a esperar que la otra persona corresponda de la misma manera, lo que lleva al abuso psicológico, los celos u otros problemas de relación.

El apego paradójico lo manifiestan aquellas personas con muy baja autoestima, que se sienten inseguras en las relaciones y tienen mucho miedo de perderlas.

Son dependencias de los demás en las que, una vez rotas, no hay aceptación ni angustia extrema.

El apego

El apego infantil no dura toda la vida, pero influye mucho en el desarrollo del apego en la edad adulta.

De esta manera, una persona desarrolla diferentes relaciones con los demás a lo largo de su vida. Estas relaciones son diferentes y sus estilos de apego pueden cambiar entre sí.

Así, los niños con el estilo de apego evitativo pueden tener apegos seguros al igual que los adultos. En este caso, la gestión emocional de la persona madurará.

Sin embargo, nuestras primeras experiencias de vida influirán más en la forma en que desarrollamos un apego u otro.

¿Se puede cambiar el apego adulto?

Los estilos de apego no están grabados en piedra. Esto se puede cambiar a más saludable, lo que puede conducir a relaciones más positivas con los demás.

Un estilo de apego inadecuado puede tener un impacto en la vida de la persona que lo presenta, afectando así su bienestar.

El apoyo familiar y social son pilares importantes para nuestro bienestar y la superación de ciertas enfermedades como la depresión y la ansiedad. Si estas relaciones no son suficientes, una persona será más susceptible a problemas generales, especialmente a sentir malestar.

De esta forma, el estilo de apego evitativo impide que la persona tenga relaciones amistosas o románticas de forma normal. Esto puede hacer que la persona muestre habilidades interpersonales deficientes, lo que puede afectar su autoestima y su estado de ánimo. Tener un estilo de apego evitativo no significa que la persona sea incapaz de amar, sino que no puede hacerlo por miedos asociados a la ruptura, la separación o el abandono.

Equipo Psiquiatras Online

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