Se conoce también como la ley de los ritmos biológicos y considera que las personas deben programar sus tareas siguiendo una serie de ciclos.

Dicho de otro modo, considera que las personas que están bajo el influjo de varios ritmos biológicos y para poder ser más productivos, se deben considerar los ritmos.

La ley de Swoboda y los biorritmos

Por medio de los biorritmos se pretende decir que estos aspectos de la vida de una personas, los que creen en los biorritmos consideran que la vida de una persona se determina por ciclos biológicos rítmicos que afectan las capacidades en distintas áreas.

Entra en esto la física emocional y psicológica, los ciclos inician en el nacimiento y siguen el modelo matemático, la capacidad de una persona se puede predecir en cada área.

Se expone que los biorritmos se definen en tres ciclos, el físico de 23 días, el emocional de 28 días y el intelectual de 33 días.

Los días en los que el ciclo cruza el eje del cero, se consideran días críticos de más incertidumbre o riesgo.

Del mismo modo se propone más modelos considerando la combinación de los primeros ciclos, pero en ritmos más cortos o más largos.

Sin embargo, la idea de ciclos de 23 y 28 días surge a finales del siglo XIX con el médico Wilhelm Fliess, que fue paciente de Freud.

De acuerdo con Fliess este había visto fenómenos en intervalos de 23 y 28 días, incluyendo nacimientos y decesos, por lo que al ritmo de 23 días lo llamo masculino y al de 28 días femenino.

Esto por la coincidencia con el ciclo menstrual.

Para el año 1904, el catedrático Hermann Swoboda afirmó haber descubierto los mismos ciclos, de modo independiente a la de Fliess.

Después, el catedrático Alfred Teltscher, concluyó que los días buenos y malos de sus estudiantes tenían un patrón de 33 días, lo que le hizo deducir que el cerebro tenía una habilidad para absorber conocimiento siguiente este ciclo.

 

Su popularidad en los setenta

En la década de 1970, los libros de Bernard Gitterlson popularizaron esta práctica de biorritmo, y su compañía obtuvo grandes ganancias con la venta de calculadoras de biorritmo y tablas de biorritmo personalizadas, aunque nunca hizo predicciones correctas en eventos deportivos.

En ese momento, muchas partes de los Estados Unidos tenían letras de biorritmo generadas por máquinas, que solo requerían ingresar la fecha de nacimiento de una persona.

Hoy en día, la Ley de Swoboda y los ciclos biorítmicos se consideran pseudociencia, a pesar de que todavía hay personas que creen en esta forma de leer y ofrecen sus servicios.

Estas consultas son bien conocidas entre los creyentes que temen emprender ciertas actividades que se consideran peligrosas o de riesgo, como conducir, manejar maquinaria pesada, u otras, y en el mundo académico los estudiantes toman como referencia los mejores días para dar lo mejor de sí.

Los biorritmistas también creen que pueden construir un campo sólido de progreso científico a partir de sus creencias, aunque muchos críticos argumentan que las creencias sobre los biorritmos se basan en asociaciones numerológicas.

Por último, cabe señalar que en el mundo empresarial, esta teoría es acogida por muchas empresas que intentan encontrar periodos en los que sus empleados sean más productivos, teniendo en cuenta los ciclos.

Equipo psiquiatras online

 

 

 

 

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