El síndrome de mamá gallina se refiere a esos padres que son sobreprotectores con sus hijos, te contamos sus características u las implicaciones que tiene.

A decir verdad no existe un manual de buen padre o mal padre. Nadie nace aprendido ni es sencillo ser padre.

Aunque se le llama síndrome no tiene que ver con ningún trastorno, el término se usa para describir a los padres que son muy sobreprotectores con sus hijos.

Mamá gallina es la madre que incuba los huevos y cuando nacen los deja bajo su ala y le da cuidado y protección.

Esto en excesos puede causar que los niños terminen con miedos y con bloqueos para avanzar por haberles protegido tanto.

 

¿Cómo saber si soy mamá gallina?

La mamá o papá gallina es el que:

  • Soluciona los problemas de su hijo, incluso antes de que le sucedan.
  • El hijo no aprende nada de solucionar problemas, ni tiene sus propios recursos.
  • Evita que tenga algo de frustración.
  • Interviene en las relaciones de los hijos para que no sufran.
  • Le elige los amigos.
  • Le hace las cosas para que le salgan mejor y que no pierda tiempo y disfrute.
  • Le impide hacer algunas actividades no peligrosas porque puede hacerse daño.
  • Tienen que estar presentes y no es capaz de dejarlo con amigos u otros padres.
  • Le genera miedo hacia los demás y el mundo.
  • Le dice cómo ha que hacer todo en la vida.
  • No lo deja equivocarse.

Características de los niños sobreprotegidos.

Es aquel que tiene problemas para relacionarse con el mundo, pues ha mamado del mundo exterior, lo que no son los padres, y todo lo toman peligroso.

Puede llegar a perder la curiosidad necesaria para aprender, experimentar y desarrollarse.

Le cuesta hacer amigos, dado que si solo está bajo el ala de mamá gallina, no va a aprender a socializar.

Si le solucionas todo, no podrá hacerse autónomo y no tendrá autoconfianza y valor.

Va a ser miedoso y andará alerta por todo, y le costará enfrentar muchas cosas en la vida

No va a saber lo que quiere de la vida, elegir su deseo de mayor, lo que le motive, si se le da todo hecho, no tiene espacio para experimentar y descubrir cosas nuevas.

Su adolescencia puede ser difícil porque le cuesta dar el paso a ser un adulto

Pueden terminar siendo adultos pasivos que se dejan llevar, no tienen voz propia ni gustos propios, otros le dirigen. Saben poco de sí mismos y dependen mucho de otros.

En fin, está bien amar a los hijos, pero excederse puede dejar consecuencias, lamentablemente no son nuestros y debeos ayudarlos a elevar sus alas.

Equipo psiquiatras online

 

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