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Somos animales sociales
Los humanos tienen un fuerte deseo de pertenecer a un grupo o de formar conexiones sociales con otros. Sin embargo, este sentido de pertenencia no es exclusivo de los humanos, sino que lo comparten otras especies sociales, como los primates.
Se piensa que la necesidad de pertenecer es un proceso evolutivo muy antiguo. A lo largo de la historia, tener relaciones sociales o vivir en grupo ha sido fundamental para la supervivencia de una especie.
Por ejemplo, vivir en un grupo podría significar una mayor posibilidad de sobrevivir cuando es atacado por un depredador, o una mayor posibilidad de reproducirse con miembros del grupo.
El deseo de pertenecer ha estado tan arraigado en nuestro sistema durante siglos que nuestros cerebros han desarrollado un sistema de alarma que nos advierte cuando nuestra necesidad de pertenecer no está siendo satisfecha.
Esta señal de alarma puede ser similar a las señales biológicas, como la sed y el hambre, que incitan a las personas a beber o comer. En este caso, sin embargo, las banderas rojas nos motivan a exhibir comportamientos sociales que aumentan nuestras posibilidades de conectarnos con los demás.
El círculo vicioso de la soledad
Algunas personas pueden sentirse solas más fácilmente que otras. Por ejemplo, las personas emocionalmente inestables, introvertidas, inseguras o mayores, así como las que viven solas, son más propensas a reportar sentimientos de soledad.
Si estás en este grupo no dudes en pedir hora con nosotros para ayudarte.
Es importante señalar que la soledad puede convertirse en un círculo vicioso. Es decir, las personas que se sienten solas se vuelven más inseguras y ansiosas, lo que a su vez aumenta la soledad.
La investigación también muestra que la soledad puede conducir a comportamientos autodestructivos, incluido el aumento de la agresión y el comportamiento egoísta, lo que puede alejar a las personas aún más.
Por lo tanto, se vuelve cada vez más difícil para las personas solitarias deshacerse de la soledad. Este es un problema grave porque la soledad crónica puede tener un gran impacto en el bienestar de una persona, incluida la dificultad para tomar decisiones, problemas de memoria, mala salud, depresión y pensamientos suicidas.
Maneras de tratar la soledad
Si te sientes solo, hay algunas cosas que puedes probar.
Únete a un club o comience a ser voluntario. Es probable que conozcas personas de ideas afines con las que pueda pasar tiempo.
Conecta con conocidos o viejos amigos, incluso si puede ser difícil o atemorizante. Trate de evitar pensamientos y preocupaciones de rechazo, ya que pueden jugar en su contra.
Puede hablar con su médico de cabecera o psicólogo acerca de cómo se siente. A veces, la soledad ocurre porque las personas imponen demandas poco realistas a sus conexiones sociales.
Además, algunas personas solitarias pueden tener miedo al rechazo, lo que puede hacer que se resistan a acercarse. Un psicólogo puede ayudarlo a identificar expectativas realistas sobre las relaciones sociales o cambiar los pensamientos desadaptativos sobre el rechazo.
Equipo Psiquiatras Online