Analizar la psicología de El Principito ayuda a entender mejor la mente humana, por eso, te mostramos su influencia y por qué deberías leerlo a tus niños.

 

Lo que te enseña el libro

La amistad, el amor y la vida

Detrás de la historia del principito y su rosa hay una metáfora de temas que tocan a las personas en diferentes culturas: el amor, la amistad y la vida. Ha sido un viaje y estamos con este príncipe que está aprendiendo sobre diferentes aspectos de la vida humana, los adultos, sus miedos y preocupaciones.

Acercarse al otro, un aprendizaje

Hay algunos momentos realmente sorprendentes y sabios en este libro, comenzando con la enseñanza directa de cómo acercarse a los demás y estar lo suficientemente abierto para saber y ser conocido. Hoy en día, las relaciones entre las personas parecen haberse valorado por su utilidad y descartado cuando no son rentables, y el Principito nos recuerda que conocerse y acercarse son diametralmente opuestos.

En la conversación entre el principito y el zorro encontramos las tareas de la paciencia, el tiempo y la domesticación, metáfora de la amistad construida con tiempo, paciencia e interés. Prestándonos atención y conociendo poco a poco sus gustos e intereses, por eso construimos relaciones más duraderas y significativas.

La importancia de los rituales

En El Principito recibimos otra lección sobre la vida: que hacer que cada momento sea especial depende del ritual, y la gente lo ha olvidado. En la actualidad, el ritual se ha convertido en una mera ocasión de consumo, pero alude a la valoración de cada momento, de cada persona, haciendo de un momento único e irrepetible.

A diferencia de las fiestas de consumo actuales donde buscamos regalos para Navidad o San Valentín, estos rituales están pensados ​​para crear momentos de conexión e intensidad emocional. Según los personajes de la historia, la felicidad se vive disfrutando de esos momentos que tampoco se repiten.

 

Nada tiene sentido por sí solo

Aunque las cosas se acaben, o la gente se vaya, la verdad es que si lo vemos como algo aislado, no tiene ningún sentido. La magia y la belleza de la vida radica en evocar, disfrutar y recordar los momentos, y todo esto se aprende a través de la experimentación.

El hermoso aroma que nos recuerda nuestra infancia, o el perfume de nuestro primer amor, no sería el caso si no hubiéramos pasado por nuestras experiencias anteriores. Por eso vale la pena vivir y aprovechar al máximo cada momento.

El Principito tiene muchas de estas enseñanzas que perduran en el tiempo a nivel psicológico y de formación personal. De ahí la importancia de recomendar sus lecturas a adultos y niños, ya que cada lectura añade una nueva capa a la información escondida en sus líneas.

Equipo Psiquiatras Online

 

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