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Signos de alarma que gritan que tienes que llevar a tu hijo al psicólogo

Debes estar alerta si ves estas señales en tu hijo, pues deberías pedir hora con nosotros de inmediato para evaluar qué sucede.

Regresa a etapas anteriores del desarrollo

Suele pasar que el comportamiento regresivo es la primera señal de advertencia de que un niño necesita la ayuda de un psicólogo. Cuando los niños pequeños están bajo mucho estrés, tienden a retirarse a las primeras etapas de su desarrollo para sentirse más seguros, perdiendo así las habilidades que han adquirido. Con frecuencia vuelven a mojar la cama, reviven la ansiedad por separación, vuelven a tener pesadillas o tienen rabietas más frecuentes e intensas. Estas regresiones son una forma de buscar ayuda.

Sus hábitos cambian

Todos los niños experimentan estirones de crecimiento y experimentan períodos en los que comen más de lo habitual o pierden el apetito. Sin embargo, si notas un cambio significativo en sus hábitos alimenticios o de sueño que dura más de dos semanas, es importante tratar de comprender qué lo está causando. La dificultad para conciliar el sueño, despertarse por la noche, las pesadillas frecuentes o los terrores nocturnos pueden ser indicadores de problemas psicológicos más profundos que se manifiestan a través de estos cambios en los patrones de sueño y alimentación.

Aparece un miedo y preocupación en exceso

La infancia no es una etapa sin preocupaciones. Es normal que los niños tiendan a tener preocupaciones por el mundo que los rodea, especialmente a medida que crecen. En estos días, es comprensible que sus mentes a menudo se deslicen hacia una pandemia o una guerra, y muestren cierto miedo e inseguridades. Sin embargo, si estas preocupaciones y miedos son tan excesivos que afectan su equilibrio emocional o limitan sus actividades diarias, puede ser necesario llevar al niño a un psiquiatra para evitar que desarrolle problemas mayores como ansiedad o fobias.

Se distancian

Algunos niños y adolescentes tienden a ser más retraídos e introvertidos que otros, por lo que les gusta estar solos. Sin embargo, si descubre que su hijo pasa demasiado tiempo solo, se distancia de los amigos y se niega a que sus compañeros se le acerquen en diferentes situaciones, es posible que esté experimentando una situación de conflicto, sufra depresión o sea víctima de acoso. En el caso de la depresión, el aislamiento también suele ir acompañado de un marcado desinterés por actividades que antes disfrutaba, hasta el punto de que un niño al que le gusta salir ya no quiere salir.

Más agresivo o irritables

En niños y adolescentes, los trastornos psicológicos pueden manifestarse como síntomas de agitación, irritabilidad y reacciones impulsivas. Esto se debe en parte a que las áreas prefrontales del cerebro involucradas en el autocontrol no están completamente desarrolladas, por lo que les resulta difícil reprimir sus impulsos. Los niños y adolescentes también experimentan más frustración en la frustración, lo que puede manifestarse como un comportamiento destructivo. En algunos casos llegan incluso a autolesionarse, un problema cada vez más habitual en esta etapa de la vida, y lo utilizan como «válvula de escape» para aliviar la tensión emocional que experimentan.

Problemas en la escuela

Si un niño o adolescente comienza a tener problemas en la escuela, es necesario averiguar por qué. Trastornos como el TDAH, la dislexia, la dislexia o las dificultades de aprendizaje suelen detectarse cuando un niño empieza la escuela. Además, si están pasando por un momento difícil, es probable que les cueste seguir el ritmo de la clase, por lo que su rendimiento académico se resiente. En otros casos, estos problemas se manifiestan a través de comportamientos agresivos hacia profesores o compañeros de clase. Por lo tanto, es importante mantenerse al tanto del comportamiento y rendimiento escolar de su hijo.

Malestar físico

Muchas veces, los niños no pueden encontrar las palabras adecuadas para expresar sus sentimientos o preocupaciones, por lo que terminan representando el malestar psicológico. Los dolores de cabeza frecuentes, la alopecia areata, los problemas gastrointestinales o las lesiones en la piel y las contracciones nerviosas son algunas de las formas de expresar las dificultades emocionales.

Equipo Psiquiatras Online

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