Los niños resilientes se caracterizan por una gran capacidad para afrontar los problemas y aprender de los errores. Te los explicamos a continuación.

Antes de continuar, es importante entender exactamente qué es la elasticidad. Se puede definir como una condición en la que una persona se enfrenta a situaciones adversas. De esta manera, logra adaptarse positivamente al trauma, estrés o tragedia.

¿Significa eso que un niño resiliente, o cualquiera, no sentirá dolor emocional? No mucho. Esto significa que demuestras una gran capacidad para resolver problemas de manera inteligente. Además, tiene la extraordinaria condición de superar todo tipo de situaciones muy dolorosas.

Cómo son los niños resilientes

Una vez que sabemos esto, vale la pena saber qué rasgos suelen mostrar los niños resilientes. Es importante que si detectas algunos de estos en tu hijo, los refuerces, ya que le serán muy útiles a lo largo de su vida.

  • Un niño resiliente tiene una excelente habilidad para resolver cualquier problema. Ante los conflictos que se presentan, responde con calma, buscando siempre las soluciones más sensatas y positivas, sin perder la compostura ni desanimarse.
  • Los niños a menudo muestran una capacidad bastante limitada para manejar sus emociones. Pero aquellos con alta resiliencia pueden controlarlos fácilmente, especialmente cuando son negativos. Está en tu naturaleza huir de la ira y los sentimientos de indignación, buscando siempre el lado positivo de cada problema.
  • Su capacidad para afrontar los problemas les permite afrontar los avatares de la vida con una actitud muy sana. Además, francamente, son capaces de adaptarse al cambio.
  • Los niños resilientes muestran una gran empatía. Son capaces de comprender a otras personas incluso cuando sus actitudes y personalidades son diametralmente opuestas a las suyas. Además, tienen un gran respeto por los sentimientos de los demás y son muy conscientes de sus emociones.
  • Son muy autónomos a la hora de planificar. Son capaces de organizarse sin la ayuda de nadie, muestran una gran calma y competencia, y son capaces de abordar las situaciones en el orden más lógico y sensato.
  • Otra fortaleza de los niños resilientes es su sentido del humor. Generalmente, son capaces de afrontar situaciones complejas sin perder la sonrisa. Más importante aún, tendrán el control emocional y podrán hacer reír a otros que están sufriendo cuando los tiempos son difíciles.
  • Los niños con altos niveles de resiliencia muestran altos niveles de eficacia y autoestima. Conocía sus posibilidades y nunca dudó de sus habilidades. Tienen mucha confianza en sí mismos, pero nunca hasta el punto de que sea fácil creer algo cuando en realidad no lo es.

Equipo Psiquiatras Online

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