La mayoría de nosotros no somos conscientes de nuestra relación con el mundo, con las personas que lo componen. La falta de conciencia de lo que estamos emitiendo puede llevarnos a pensar que el entorno exterior es injusto con nosotros. Incluso, para personas como yo, ser antipático, desconsiderado e intimidante parece ser una conspiración.

Cuando lo pensamos un poco, esta forma de pensar evita algo muy obvio: ¿qué estamos haciendo porque no nos gusta que nos traten? No me malinterpreten, no se trata de culpar a la víctima. Absolutamente. Se trata de obtener conocimiento de nuestro comportamiento hacia los demás para poder ver en qué sentido lo que estamos haciendo puede crear una respuesta no deseada.

A través de este cambio de perspectiva, asumiendo que jugamos un papel relevante en lo que sucede a nuestro alrededor, nuestra percepción de ello cambia. Entendemos que, en cierta medida, podemos modificar lo que pensamos que no se puede cambiar. Podremos pasar de un concepto pasivo de nuestra existencia a otro concepto activo de nuestra intervención.

De esta manera, es posible que veamos el flujo de eventos que se mueven a nuestro alrededor y su significado. También es muy probable que podamos despejar muchas de nuestras dudas sobre cómo nos perciben los demás. De hecho, al comprometernos activamente con nuestra propia dinámica de vida, tendremos la oportunidad de modificar muchas de nuestras creencias o las de otras personas sobre quiénes somos.

En definitiva, es dejar de ser pasajeros de nuestra propia vida y convertirnos en sus conductores. Al menos hasta cierto punto esto es posible.

Cuando las cosas van mal, tendemos a analizar las cosas una y otra vez. Esto hace que la mayoría de las veces nos encontremos con más fallos, errores o aspectos negativos.

Cuando esto sucede, las cosas empeoran en nuestra cabeza, por lo que se nos recomienda relajarnos primero. Intente hacer cualquier cosa que lo distraiga: salga a caminar o correr, lea, reúnase con un amigo, etc.

Analiza la situación desde otro ángulo

Una vez que dejes de pensar en todos los aspectos negativos de un problema, podrás verlo desde otra perspectiva. Esta vez, es importante que examines la situación y te permitas cambiar tu actitud anterior. Recuerda, es posible que permitas que el dolor te ataque. Además, con más práctica, puedes limitar sus efectos y erradicarlo.

Analizando la situación, conociéndote a ti mismo, permitiéndote descubrir tus miedos y lo que reflejan. Los tiempos difíciles nos ponen a prueba y moldean nuestro carácter.

Si quieres conocer más sobre  esto y tienes problemas para lidiar con ello, no dudes en pedir hora con nosotros, te podemos ayudar para evaluar, analizar o conversar. Seguro aclararás más las ideas. Escríbenos ahora.

 

Equipo Psiquiatras Online

 

× ¿Tienes dudas?