La bogifobia se define como un miedo extremadamente intenso e infundado a las criaturas de origen desconocido y basadas en leyendas, ya sean sobrenaturales (es decir, no se parecen a nuestro mundo y no están sujetas a las leyes de la naturaleza) o imaginadas (estos solo no existen, son ficticios, pero pueden ser parecidos a los humanos o cercanos al mundo tal como lo conocemos). En esta lista, si fuéramos hispanos, «coco» y «hombre del saco» podrían sonarnos familiares. El miedo patológico a los fantasmas también se incluye en esta categoría.

Si bien la bogifobia puede generalizarse como un miedo a lo sobrenatural, se trata de una fobia específica, por lo que esta (y otras fobias específicas, como hablar en público) se manifiesta más allá de lo que ocurre ante situaciones desconocidas o perturbadoras de miedo y ansiedad naturales.

En opinión de la mayoría de las personas, la bogifobia suele ser más grave que otras fobias específicas (como el miedo a volar) porque tienes un miedo educado o racional, aunque exagerado; los aviones se estrellan, aunque sabemos que es poco probable que suceda.

Sin embargo, los personajes a los que temen los terroristas no existen, y suelen pertenecer a los cuentos infantiles.

 

Por qué razón

Los orígenes de la bogifobia se dan en los primeros años de vida a través de relatos que se cuentan en todos los hogares y lugares sobre personajes míticos o seres sobrenaturales, incluidos los “aterrorizadores de niños”.

La práctica de infundir miedo a los niños pequeños mediante «sustos infantiles» como el «coco» tiene como objetivo que sigan ciertas rutinas habituales: bañarse, comer, acostarse temprano…

También pueden utilizarse para que los niños no acercarse a lugares peligrosos o usar ciertos objetos, incluso lejos de las personas.

Por ejemplo, en el caso de la localidad, puedes inventar una historia de una criatura sobrenatural que vive en el fondo de un pozo, capaz de extender brazos hechos de ramitas de varios metros de largo para agarrar a los niños que deambulan. zona y utilizarlos como alimento. Si los niños creyeran que hay monstruos viviendo en el pozo que podrían lastimarlos, no mirarían hacia afuera y no se caerían.

Síntomas de fobia

Según el DSM-5 (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales), las fobias específicas son un subconjunto de los trastornos de ansiedad. Estas condiciones patológicas pueden llegar a ser muy graves y cursar con una serie de síntomas que impiden a la persona desarrollar adecuadamente su vida diaria.

Los pacientes con fobias experimentan una variedad de síntomas comunes de naturaleza psicológica, tales como:

  • Miedo a los lugares oscuros
  • Miedo a estar solo
  • Cambio de comportamiento
  • ansiedad y miedo intensos
  • Ataques de pánico (ocasionales)

Al igual que con otras fobias específicas, puede ocurrir una variedad de respuestas fisiológicas durante o antes de la exposición a esta situación, que es lo esperado. A pesar de las diferencias, no todo el mundo tiene todos los síntomas, ni se presenta con la misma intensidad. Suelen ocurrir las siguientes reacciones:

  • Aumento de la frecuencia cardíaca
  • Boca seca (boca seca)
  • Alta presión sanguínea
  • sudoración
  • Náuseas y dolor de estómago

El tratamiento

La psicoterapia para la bogifobia se basa en el manejo de la ansiedad y las creencias irracionales que sustentan esta respuesta disfuncional basada en el miedo. Para ello se utiliza información psicoterapéutica en los siguientes formatos:

  • Psicoeducación
  • Exposición controlada
  • Desensibilización del sistema
  • Reestructuración cognitiva

 

Si pasas por un miedo de estos o alguien en casa, incluso los niños, pide hora con nosotros para ayudarte a tratarla.

 

Equipo Psiquiatras Online

 

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