La mayoría de los libros están diseñados para ser atractivos. No solo tienen contraportadas que explican de la manera más reveladora lo que se puede encontrar entre sus páginas, sino que el lomo, la imagen de portada y el título a menudo expresan la intención de llamar la atención rápidamente.

La bibliofilia puede entenderse como una de las consecuencias más extremas, ya que quienes experimentan este fenómeno se sienten fuertemente atraídos por los libros en formato físico. Sin embargo, es mucho más que eso.

¿Qué es un amante de los libros?

Un bibliofilo es una tendencia a adquirir y acumular libros de manera compulsiva y descontrolada.

No se considera un trastorno mental y en realidad no aparece en el Manual Diagnóstico del DSM-5, pero puede entenderse como un síntoma relacionado con el trastorno de acumulación y el trastorno obsesivo-compulsivo. Además, no debe confundirse con la colección de libros, que es simplemente el amor por los libros en abstracto.

Por tanto, la bibliofilia se puede utilizar para referirse con precisión a la forma en que los trastornos mentales se manifiestan cuando la acumulación de libros crea problemas que deterioran la calidad de vida, o por una grave falta de espacio en el hogar, frecuentes nuevas deudas, falta de vida social, polvoriento vivir problemas de salud, etc.

¿Cómo identificar un problema de acumulación?

La acumulación de libros no es mala en sí misma. Como casi siempre ocurre con los síntomas de los trastornos mentales, que la bibliofilia sea un problema o no depende de una cuestión de grado: la intensidad de las compras compulsivas de una persona, el espacio para moverse libremente por la casa, las condiciones sanitarias del hogar, la forma en que el hecho de la bibliografía afecta la vida social, etc.

Además, hay que tener en cuenta todas las formas antes mencionadas relacionadas con el poder adquisitivo de las personas, no es lo mismo vivir con unos ingresos magros, ordenar tres habitaciones y acumular cientos de libros que la alta sociedad.

Esta benigna locura lectora es también una forma de mostrar una imagen positiva de uno mismo. El hecho de que la gran pared de estanterías esté revestida de estanterías sirve como una apuesta segura como forma de decoración, además de exteriorizar la curiosidad, los intereses literarios e intelectuales de quienes poseen los libros, generando así admiración.

Por otro lado, mantener una colección de libros amplia y bien recopilada es una expresión de la propia norma y buen gusto, siempre que no se acumule literatura de ningún tipo y se mantenga el filtro.

Además, exhibir libros muy caros o raros, como ediciones únicas, copias defectuosas o incunables, también es una forma de diferenciación de clases, por lo que los bibliófilos pueden legitimar el deseo de tener algún grado de autoridad sobre los demás.

Equipo Psiquiatras Online

 

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