Tomemos una perspectiva histórica y miremos más allá de las redes sociales como brotes de atención a problemas potenciales y de largo plazo en la sociedad. Para comprender completamente su origen, debemos prestar atención a la psicología humana.

Como animales sociales, tenemos tendencias sociales que son valiosas para la supervivencia humana. Estas tendencias se pueden resumir en dos tipos: el deseo de permanencia del grupo y la necesidad de información o curiosidad.

La primera es la necesidad de permanecer en el grupo, la segunda es que nosotros como exploradores conozcamos y aprendamos nuevas estrategias útiles para sobrevivir y también transmitir esta información para perpetuarnos como especie y hacernos la vida más cómoda. Las formas de difusión de la información comenzaron de manera oral, desde el boca a boca hasta la escritura en imprenta, y ahora son una combinación de ambos: medios digitales, desde canales de YouTube hasta blogs.

¿Tengo un FOMO?

Si inevitablemente pasas tus días en Instagram, Facebook, estado de WhatsApp o Tiktok comparando tu vida con la vida de otras personas que sigues en las redes sociales, es posible que estés experimentando FOMO. Las personas con FOMO a menudo se encuentran desplazándose por los perfiles de familiares, amigos o personas influyentes, observando lo que hacen, lo que comen, cómo cocinan, cuántos hijos tienen, cómo se visten, qué han logrado y, en última instancia, sus Muéstranos qué.

Si se confirma que no puedes ir a ese concierto en tu ciudad, todos tus contactos tienen entradas, o no puedes dejar de consultar links, por si llevas meses esperando a que se presente una oportunidad laboral, te va a te pone ansioso y emocionado, puede que estés sufriendo de FOMO. Es posible que también tenga este problema, si cuando escribe una noticia, la busca cada vez más, o revisa las revistas digitales para ver las tendencias y modas una y otra vez.

¿Cuánto me afecta este problema?

Las consecuencias de los FOMO son amplias, pero el desgaste emocional que generan puede verse acentuado por el miedo constante a no perderse los últimos acontecimientos cuando en realidad la información es de escasa utilidad. Por otro lado, centrarse en lo que no se tiene puede conducir a una pérdida del aquí y ahora, una pérdida de conciencia de lo que está pasando en nuestras propias vidas. También puede empeorar nuestro autoconcepto porque lo que uno tiene no es suficiente, así como destruir las relaciones con terceros al desarrollar resentimiento por lo que tienen.

Para minimizar las consecuencias de FOMO, podemos tomar pequeñas acciones como limitar nuestro tiempo en las redes sociales, pensar en positivo sobre lo que tenemos y lo que hemos logrado en la vida, para lo que queremos hacer y lo que queremos ser Personas estableciendo metas , y cómo meditar y enfocarnos en nuestro propio cuidado personal.

Equipo Psiquiatras Online

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