Intentar dejar de pensar en cosas en las que no queremos pensar puede tener un efecto rebote. D. Wegner demostró que tratar de reprimir pensamientos en realidad tiene el efecto contrario: terminamos experimentando más pensamientos similares a los que estábamos tratando de reprimir. En su estudio, Wegner y sus colegas pidieron a los participantes del estudio que no pensaran en un oso blanco. Tratar de suprimir esos pensamientos sobre ellos solo conducirá a más pensamientos sobre los osos blancos.

Los intentos inhibidores y el efecto rebote se manifiestan en todo tipo de pensamientos, incluidos aquellos que queremos olvidar. Tratar de suprimir tales pensamientos puede incluso hacerlos más frecuentes y perceptibles.

Entonces, ¿cómo podemos evitar que sucedan estos pensamientos no deseados?

En lugar de tratar de suprimir estos pensamientos, intente cambiar el enfoque. El mejor consejo es enfocar activamente nuestros pensamientos en diferentes direcciones. La naturaleza de estas ideas alternativas es crucial. Una de esas opciones es respirar.

La atención plena nos dice que este proceso puede ser una forma poderosa de suprimir estos pensamientos. Préstale especial atención. Nuestro proceso de respiración es algo que pensamos que es inevitable, pero no lo es. La respiración es un proceso automático, rítmico, que se mantiene constantemente y puede modificarse bajo la influencia de la voluntad, con la capacidad de cambiar la profundidad y la frecuencia de la respiración, e incluso detener la respiración por un breve período de tiempo, que puede aumentar hasta un límite.

Cuida la respiración

Dirigir nuestra atención a nuestra respiración nos permite desplazar o interrumpir ciclos de pensamiento no deseados. El proceso de tomar conciencia de ello es una de las lecciones que nos ofrece la meditación, y además tiene un impacto directo en la forma en que nos relacionamos con nuestra forma de pensar.

Cuando surjan estos pensamientos no deseados, trate de concentrarse en su patrón de respiración. Podría sugerir tomar algunas respiraciones, contarlas o estudiar esos momentos en los que inhalamos, aguantamos la respiración y la soltamos. Conectas con lo que te da vida y logras atraer tu atención hacia ello, restando importancia a los pensamientos repetitivos.

Estas prácticas pueden ayudarte a lidiar con los pensamientos no deseados que surgen ocasionalmente. Si sigues repitiéndolas, te conviene acudir a asesoramiento psicológico

Si quieres conocer más sobre este tema  y tienes problemas para lidiar con ello, no dudes en pedir hora con nosotros, te podemos ayudar para evaluar, analizar o conversar. Seguro aclararás más las ideas. Escríbenos ahora.

 

Equipo Psiquiatras Online

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