Lavar, cocinar, asegurarse de que todos tengan ropa limpia y adecuada, inscribir a los niños en clases de natación y comprarle un regalo de despedida a la maestra… ¡El trabajo de mamá nunca termina! Afortunadamente papá estaba allí para hacer su parte. ¿o?
En los últimos años, los padres han tenido la oportunidad de compartir la vida laboral y familiar de manera más equitativa tomando permisos parentales o reduciendo su jornada laboral para pasar más tiempo con sus hijos.
En teoría, esto podría resultar en que ambos padres trabajen la misma cantidad de tiempo y, por lo tanto, pasen la misma cantidad de tiempo en casa. Aun así, sigue existiendo una división desigual de las tareas del hogar en la mayoría de las familias.
División de las tareas del hogar
Podrías pensar que vivir solo resulta en pasar la mayor parte de su tiempo en tareas domésticas. Después de todo, si no puedes compartir estas tareas con tu pareja, automáticamente te quitan más tiempo, ¿verdad?
Incorrecto. En cambio, décadas de investigación han demostrado que cuando las mujeres cohabitan con una pareja masculina romántica, aumenta la cantidad de tiempo que dedican a las tareas del hogar.
Para las mujeres que se convirtieron en madres, el patrón fue aún más fuerte: la mayoría de las madres aumentaron las tareas del hogar, mientras que los padres pasaban menos tiempo en casa.
Además de esta evidente diferencia de género, también existe una clara distribución del trabajo doméstico: las mujeres realizan relativamente más tareas, como limpiar y cocinar, mientras que los hombres dedican más tiempo a tareas como la jardinería, las reparaciones del hogar y la comida para llevar.
Sin embargo, las mujeres realizan tareas con más frecuencia, lo que significa que las mujeres dedican más tiempo a las tareas del hogar que los hombres. No es sorprendente que el aumento del tiempo dedicado a las tareas domésticas reduzca las oportunidades de ocio personal de las mujeres.
La carga psicológica de la madre
Además del tiempo dedicado a las tareas físicas, las mujeres también asumen tareas más cognitivas.
Se puede considerar que esta tarea cognitiva o carga mental toma tiempo para pensar en lo que se debe hacer en casa, pero que en realidad no se hace.
Las mujeres a menudo asumen un papel de «limpieza», que puede incluir establecer un horario de limpieza («¿Cuándo fue la última vez que limpié a fondo los gabinetes de mi cocina?») y recordar a otros miembros del hogar (incluidas las parejas) que terminen la limpieza y las tareas (“No te afeites después del afeitado”). olvidé limpiar el lavabo»), haz un seguimiento de las obligaciones familiares y sociales («También necesito comprar un regalo para el aniversario de la abuela») y concéntrate en la planificación a largo plazo para el cuidado de los niños y las necesidades de la familia («Podemos encontrar un nuevo bebé para el nuevo bebé que está más cerca de la escuela primaria de los niños mayores»). ¿Hay una guardería cerca?»).
Por lo tanto, las mujeres también pueden ayudar a otros miembros de la familia a comprender lo que deben hacer o planean hacer en una fecha determinada. Los hombres, por el contrario, a menudo actuaban como tomadores de decisiones y solo se les pedía que tomaran decisiones específicas («¿Deberíamos enviar a los niños a la piscina A o B para clases de natación?»).
Cuidado en equipo
Como pareja de un hombre, una mujer debe mantener rutinas diarias, como cenas caseras. Por el contrario, los hombres pueden ser responsables del bienestar financiero de la familia, pero no tanto del buen funcionamiento de la familia. Estas normas sociales son especialmente importantes para las parejas con hijos.
Incluso si los padres trabajan a tiempo parcial y dividen los costos del cuidado del niño de manera equitativa, otras partes, como la guardería o los profesionales médicos, a menudo asumen que uno de los padres (generalmente la madre) es el cuidador principal y más responsable del niño.
Por lo tanto, las mamás pueden tener más responsabilidad si sus hijos no usan la ropa adecuada para una sesión de fotos en la escuela u olvidan llevar un plato a una celebración navideña.
Caminando a la igualdad
Entonces, ¿cómo resolver este problema? Puede que no haya una solución única para este problema generalizado. Un importante paso adelante podría ser continuar aumentando la igualdad en la cantidad de tiempo que un niño puede estar fuera del trabajo después del nacimiento. Esto permite que ambos padres se involucren más y se hagan más responsables del cuidado de sus hijos, y eventualmente puede conducir a una asociación en la que el hombre y la mujer puedan ser realmente socios en todos los sentidos de la palabra.
Equipo Psiquiatras Online