El ayuno intermitente es una estrategia de acondicionamiento físico popular que no solo es inofensiva sino también beneficiosa para tu salud, siempre y cuando no coma alimentos sólidos por más tiempo.

Beneficios cognitivos clave de practicar el ayuno intermitente

Es por esto que, desde un punto de vista psicológico, es necesario considerar la posibilidad del ayuno intermitente como un hábito más.

Eso sí, debes tener en cuenta que el ayuno intermitente debe realizarse bajo supervisión médica o por un dietista, ya que ciertos grupos de personas pueden estar en riesgo por el simple hecho de hacerlo.

Estos son los beneficios a nivel psicológico que puedes encontrar:

Mayores niveles de concentración

Desde una perspectiva evolutiva, tiene sentido que ciertas funciones cognitivas relacionadas con la realización consciente de tareas y la toma de decisiones se ajusten cuando ayunamos.

Quizá por ello, diferentes estudios han demostrado que cuando ayunamos aumentan los niveles de neurotransmisores asociados a la concentración mental, como la norepinefrina y la orexina.

Mejora la neuroplasticidad

La cetosis es un fenómeno metabólico que ocurre cuando el cuerpo comienza a quemar grasa después de quemar carbohidratos para obtener energía durante un período de tiempo.

Asimismo, existe evidencia de que entrar en cetosis y alternar entre diferentes formas de obtener energía estimula la plasticidad cerebral.

Previene la depresión

Es bien sabido hoy que la distinción entre razón y emoción es básicamente una ficción que nos decimos a nosotros mismos para comprender mejor las complejidades de la mente humana.

Por ejemplo, se ha visto que fenómenos fundamentalmente emocionales, como los síntomas depresivos, se asocian con reducciones significativas en la calidad de diversos procesos cognitivos y en la agilidad mental general.

En este sentido, se sabe que una sustancia producida por el cerebro, llamada BDNF (o «factor neurotrófico derivado del cerebro»), está prácticamente ausente en el sistema nervioso de las personas con depresión, y se sabe que potenciar su producción puede proteger contra la gran Depresión.

Relacionado con esto último, se ha observado que el ayuno intermitente mejora constantemente la producción de BDNF, por lo que entrelazarlo con nuestros hábitos alimenticios nos permite tener estos efectos beneficiosos, incluido su efecto sobre la función cognitiva.

Previene el proceso inflamatorio

Los procesos inflamatorios se caracterizan porque muchos de ellos pueden afectarnos sin que nos demos cuenta y, al mismo tiempo, al alterar los procesos neuroendocrinos, suelen tener una gran repercusión en la actividad del sistema nervioso.

Como resultado de esto, las habilidades mentales superiores a menudo pierden protagonismo, ya que la mayoría de los recursos que normalmente tiene el cuerpo se movilizan para contrarrestar el daño causado por la inflamación.

Por ejemplo, se sabe que algunos casos de depresión pueden desencadenarse por tales complicaciones de salud.

Además, muchos de los alimentos más populares del mercado son propensos a la inflamación, especialmente aquellos que contienen mucha azúcar refinada.

Pero hay motivos para ser optimistas, ya que algunos estudios demuestran que el ayuno intermitente puede prevenir la aparición de inflamaciones y ayudar a eliminar el exceso de sustancias que circulan por nuestro organismo.

Si buscas ayuda para empezar el ayuno intermitente o no lo llevas bien, no dudes en pedir hora con nosotros.

Equipo Psiquiatras Online

 

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