Las personas emocionalmente inmaduras forman parte de la población que, aunque son adultos, sigue aceptando conductas asociadas al cortoplacismo, la impulsividad y sin que se tenga consideración por el bienestar de los demás

Cómo son las personas con inmadurez emocional

En muchos sentidos, las dinámicas sociales actuales que son altamente estéticas y basadas en la apariencia recompensan a ciertas personas por actuar de manera inmadura e individualista. En consecuencia, comprometerse con el bienestar y responsabilizarse de la sociedad en su conjunto es visto como un lastre que limita nuestra libertad y nos impide satisfacer nuestras necesidades en el aquí y ahora.

Falta de empatía

El punto de partida y punto de referencia principal para las personas emocionalmente inmaduras es el «yo». Ponerse en el lugar de otra persona (una habilidad conocida como empatía) es un ejercicio que no realizan de forma tan automática como los demás, y es un paso que a menudo se omite.

Falta de introspección

Las personas inmaduras rara vez se toman el tiempo para reflexionar sobre su forma de pensar. Viven sin la posibilidad de auto-observarse y aprender de sus errores, en lugar de esperar que las consecuencias negativas vengan del exterior. Después de todo, la experiencia no se trata de sucumbir a fuertes cambios de humor, como lo que puede suceder cuando se va a una fiesta o se ve un espectáculo. El fruto de la introspección se puede saborear a largo plazo, pero la inmadurez puede volvernos impacientes.

Impulsividad y falta de previsión

Una de las principales características que tienen aquellos emocionalmente inmaduroas es su incapacidad para regular sus acciones ante las consecuencias a corto y largo plazo que pueden acarrear. Ya sea que las repercusiones de una acción sean o no severas en el futuro, usted es propenso a dejarse llevar por arrebatos emocionales que pueden hacer que sus acciones reflejen reacciones viscerales sin filtro basadas más en la irracionalidad que en la lógica. Esto puede meterlos en problemas con bastante frecuencia.

Poca tolerancia a la frustración

Debido a que tienden a pensar que las intenciones y opiniones de otras personas no son importantes, a menudo se enojan cuando su comportamiento no se ajusta a las expectativas (doblarse a su propia voluntad).

Tendencia al egocentrismo

Es otro de los motivos de prestar poca atención a la dimensión psicológica de los demás: como solo piensas en lo que quieres, solo en ti mismo, y piensas que otras personas también están interesadas en tu propia personalidad, te vuelves egocéntrico. En definitiva, se cree que uno es la estrella en torno a la que se rodean los demás, independientemente de que la autoestima sea alta o baja.

Aparición de rituales y caprichos

En la vida del inmaduro, las cosas que producen placer se vuelven necesarias. Muchos de estos comportamientos que generan alegría están ritualizados y son más importantes que cumplir con los tratos con los demás, llegar a tiempo a las citas, etc. En otras palabras, recibirán un tratamiento prioritario en la lista de tareas diarias.

La importancia de tener una buena imagen pública

Las personas con inmadurez emocional tienden a preocuparse mucho por las situaciones que causan afecto en su imagen pública que emprenden proyectos o van se dirigen a algún sitio para elevar su perfil. Esto se debe a que la aprobación de los demás se ve como una infusión instantánea de las emociones asociadas con la felicidad.

 

Equipo Psiquiatras Online

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