Llegamos a un momento de la vida donde ocupamos gran parte del tiempo en pagar facturas, responsabilidades y poca estabilidad emocional y económica. Hay muchas vivencias que hemos conseguido.

Esto puede ser o no madurez, una palabra de la que escapamos porque es más equilibrio emocional.

Veamos cuáles son esas señales:

 

Prefieres calidad antes que cantidad

Mientras pasa el tiempo, comenzamos a aceptar lo que hemos ido perdiendo de juventud y nos quedamos con los que no brinda la experiencia.

Se pierde intensidad y frecuencia en las relaciones sociales y se gana en calidad y disfrute de los momentos más exigentes.

 

Tienes gustos más refinados

Tu criterio va mejorando, los sentidos se entrenan y desarrollan con la edad y somos capaces de identificar lo que nos gusta y apasiona.

Desarrollamos un estilo de vida personal más selectivo, los modos culturales asociados al gusto, calidad y distinción que moldea comportamiento y maneras de pensar y sentir.

 

Tienes más compromiso contigo mismo

Es un proceso donde hay más comunicación, confianza y valor en ti mismo, lo que influye en la relación con los demás

 

Eliges las amistades

Refuerzas las amistades y las relaciones y los grupos de amigos son más selectivos y se conforman por afinidades culturales, intelectuales y motivacionales, en vez de hacerlo de manera estructa por intereses festivos.

Más creatividad e inspiración

Al tener madurez emocional ayudas con el desarrollo de habilidades y competencias creativas. Normalmente se encuentran por algún tiempo mientras nos integramos en el mercado laboral.

 

Disfrutas el día a día más que nunca

Con la edad se gana confianza en las capacidades sociales y personales, más allá de las normas del entorno, lo que ayuda a disfrutar más del día a día así como de momentos cotidianos o increíbles de la vida.

 

Posees una sensación de bienestar constante

Las relaciones sociales son más maduras y estables, dan paso a una sensación de bienestar y satisfacción prolongada en el tiempo menos dependiente de factores externos.

 

Más facilidad para resolver problemas

Se desarrolla la inteligencia emocional, la capacidad que ayuda con el diálogo y las habilidades sociales, cognitivas y sensitivas que nos ayuda a resolver problemas del día a día con más templanza y naturalidad.

 

Sientes que estás ante la mejor versión

Que te conozcas mejor que sepas lo que quieres y te hace feliz, hace que cada día estés más cerca de una persona plena.

Esto nos llena de seguridad y gracias al paso del tiempo logramos matices que nos hacen únicos dando paso a una mejor versión, con la que más a gusto estamos.

Equipo Psiquiatras Online

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