Hay personas que, cuando las cosas empiezan a ir bien, no pueden evitar sabotear su propio bienestar. Una relación sana, un momento de calma emocional, una etapa de estabilidad… y de pronto, surge la ansiedad, el conflicto o el impulso de arruinarlo todo. No es casualidad. Hay quienes no toleran sentirse bien porque su sistema emocional se acostumbró al caos, al dolor o al sufrimiento como zona de confort.
Cuando el bienestar se siente peligroso
Esto sucede, muchas veces, cuando la persona ha vivido gran parte de su vida en alerta. Si creciste en ambientes impredecibles, si te enseñaron que “si algo está demasiado bien, seguro se dañará”, o si tuviste que adaptarte al dolor como parte constante de la vida, tu cuerpo y tu mente pueden interpretar el bienestar como una amenaza. No por capricho, sino por protección.
Así, ante momentos de calma o felicidad, aparece la culpa (“¿me lo merezco?”), el miedo (“esto no puede durar”) o el impulso de autosabotaje (“mejor lo arruino yo antes de que me duela después”). Y aunque parezca contradictorio, tu mente cree que es más seguro volver al dolor conocido que abrirse a lo nuevo.
Aprender a habitar la paz sin culpa
Romper este patrón implica reeducar tu sistema emocional. Comienza por identificar cuándo te estás saboteando. ¿Qué piensas o haces justo cuando empiezas a sentirte bien? ¿Qué creencias aparecen en ese momento? Validar tu miedo es importante, pero también lo es desafiarlo. Puedes decirte: “Esto es nuevo para mí, pero no significa que sea malo”.
Aprende a quedarte en la calma sin necesidad de buscar drama. Construir bienestar emocional implica tolerar la paz, no solo sobrevivir al dolor. Y sí, también significa perdonarte por haber creído que no lo merecías.
Si sientes que cada vez que estás bien algo dentro de ti lo arruina, no estás solo. Es posible cambiar ese patrón. Agenda una hora con nosotros y déjanos ayudarte a sentirte bien… y quedarte ahí.
Equipo Psiquiatras Online