• Augusto Leguía Sur 79, of. 407, Las Condes, Santiago de Chile

¿Es normal cansarte de tu propia vida? Una mirada sin prejuicios

Hay días —o épocas enteras— en las que te miras al espejo y sientes un cansancio difícil de explicar. No es solo fatiga física. Es emocional. Estás harto de tu rutina, de tus responsabilidades, de tu propio discurso interno. No sabes qué te pasa, pero tampoco sientes motivación por nada. Y te preguntas: ¿está mal sentir esto? ¿Es normal cansarse de la vida que uno mismo eligió?

La respuesta es sí. Es más normal de lo que crees. Y no significa que estés roto, ni que seas ingrato, ni que todo esté perdido. Significa que algo dentro de ti está pidiendo ser escuchado. Y que quizás llevas demasiado tiempo cumpliendo con todo, menos contigo.

El alma también se fatiga cuando no se siente incluida

Muchas personas viven años en piloto automático. Cumplen con lo que se espera, siguen el plan, sostienen su rol. Pero en algún momento, la vida se vuelve repetición. Y lo que antes parecía orden, hoy pesa como rutina. No hay pasión, no hay deseo. Solo deberes. Y eso, poco a poco, va apagando la energía vital.

Este cansancio profundo puede estar indicando muchas cosas: un duelo no elaborado, una desconexión con el deseo, una sobrecarga emocional, o simplemente el fin de un ciclo. Pero en lugar de escucharlo, solemos culparnos: “Debería estar agradecido”, “Tengo todo, ¿por qué me siento así?”. Esa culpa solo empeora el malestar.

Además, la vida adulta muchas veces excluye el placer, el juego, la espontaneidad. Se vive para producir, para sostener, para responder. Y si no hay espacios donde puedas simplemente ser, sin rendir, tu alma empieza a pasar factura.

Revisar tu vida no es traicionarla, es honrarte

Sentirse agotado de tu vida no significa que la odies. Significa que algo ya no encaja. Que creciste, que cambiaste, que tus necesidades evolucionaron. Y que tal vez sea momento de ajustar el rumbo. No tienes que hacer cambios drásticos. A veces basta con volver a preguntarte: “¿Esto aún me representa?”, “¿Qué parte de mi vida estoy sosteniendo solo por costumbre?”, “¿Dónde me dejé atrás?”

En terapia te ayudamos a hacer esa pausa con compasión. A observar tu presente sin juicio. A recuperar la conexión con lo que deseas, y con lo que debes. Porque lo contrario de la rutina no es el caos: es el sentido. Y tú mereces una vida que no te agote por dentro.

Si últimamente te sientes cansado incluso al despertar, si todo te pesa aunque “no tengas problemas”, o si llevas tiempo sintiendo que algo falta sin saber qué, no lo ignores. No es debilidad. Es honestidad emocional.

Equipo Psiquiatras Online


Agenda aquí
  • ONLINE
  • PRESENCIAL
× ¿Necesitas ayuda?