El dolor es conocido como un fenómeno multidimensional complejo en el que los individuos tienen experiencias no solo sensoriales sino también emocionales que están influenciadas por múltiples factores que interactúan (biológicos, psicológicos y socioculturales). Las variables cognitivas y emocionales, particularmente la ansiedad, la tristeza y la ira, parecían explicar mejor las variables de personalidad, así como las diferencias individuales en la percepción y tolerancia al dolor. Asimismo, la falta de expresión emocional se vinculó claramente con experiencias más angustiosas.

 

Lo que sucede cuando tienes dolor crónico

Problemas psicológicos

  • Ansiedad
  • Baja autoestima
  • Depresión
  • Insomnio

A nivel de relaciones con otros

  • Aislamiento voluntario
  • Con familiares
  • Con la pareja

Calidad de vida

  • Disminución de la actividad física
  • Disminución del ocio y entretenimiento
  • Falta de independencia

Consecuencias económicas

  • Baja laboral
  • Costes sanitarios
  • Incapacidad

Cuando tomamos conciencia del dolor crónico, quedamos atrapados en una experiencia triste constante, entrando en un círculo vicioso en el que evitamos la actividad. La inactividad hace que nuestros músculos se tensen, lo que aumenta nuestro dolor, lo que provoca respuestas emocionales negativas, lo que a su vez reduce la tolerancia, receptividad, dolor, y parece estar empeorando. Por todo ello, entramos en un proceso de aislamiento y depresión, que puede desembocar en un proceso de ansiedad o depresión.

 

Manera de afrontarlo

Es paradójico que la psicoterapia rara vez se aplique a personas con dolor crónico si tenemos en cuenta la efectividad que ha mostrado en el campo. Las terapias más estudiadas se enumeran a continuación:

  • Relajación: si se aplica la técnica a sujetos con dolor está basado en la idea de que el dolor que causa tensión y ansiedad, lo que a su vez incrementa el dolor. Al relajarse, reduce la actividad adrenérgica y aumenta la actividad parasimpática, lo que debería ayudar a reducir la ansiedad, la tensión y el dolor colateral.
  • Biofeedback: La técnica tiene como objetivo restaurar la autorregulación.
  • Hipnosis: La hipnosis de pacientes que sufren dolor está basado en la idea de que éste genera un fenómeno biopsicosocial en el que lo que se siente, los pensamientos y las conductas tienen un papel clave. Por tanto, la hipnosis es útil como técnica para facilitar la modificación de estos factores.
  • Terapia de aceptación y compromiso: Como su nombre indica, la terapia de aceptación y compromiso está basada en aceptar el dolor, utilizando así la evitación como estrategia de afrontamiento, y trabajando valores u objetivos importantes.
  • Mindfulness: La filosofía de esta terapia se basa en gran medida en vivir el momento y centrarse en lo que está sucediendo sin juzgar ni interpretar. En otras palabras, se basa en aceptar la realidad. Las personas con puntajes más altos de atención plena tienen menos dolor, mejor calidad de vida y menos emociones negativas.
  • Escritura emocional: Presuntamente, la escritura puede ser utilizada para: Organizar y dar sentido a la experiencia; Facilitar la comunicación con el contexto social, constituyendo una suerte de “exposición” a hechos y emociones.
  • Terapia cognitivo-conductual: Los pacientes tratados con una combinación de estas dos técnicas (médica y psicológica) mostraron una mayor reducción del dolor, la discapacidad y los estados emocionales negativos.

Si ninguna de estas técnicas te funciona, pide hora con nosotros para ayudarte en el proceso.

Equipo Psiquiatras Online

 

 

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