Los trastornos de conducta alimentaria son todo un reto en la población actual, las cifras crecen y preocupan. Veamos las diferencias entre los dos casos, que es un tema común entre muchos.

Diferencias entre anorexia y bulimia

Estas son las diferencias entre los dos:

Pérdida de peso

La primera diferencia importante tiene que ver con la pérdida de peso. En la anorexia, esta es una característica central, por lo que el índice de masa corporal (IMC) de la paciente es más bajo de lo que se considera normal para su edad.

Por el contrario, en el caso de la bulimia, no hay pérdida de peso. Este aspecto hace que la bulimia sea difícil de detectar, especialmente en las primeras etapas de la enfermedad. Las personas con trastorno por atracón tienen un IMC normal e incluso pueden tener un ligero sobrepeso. Esto podría explicarse por el ciclo de atracones y purgas típico de la bulimia.

Los atracones involucran a una persona que pierde el control de sí misma y come demasiado, generalmente eligiendo alimentos con alto contenido de azúcar y grasa. Después de estos eventos, la paciente experimenta intensos sentimientos de culpa y ansiedad, por lo que continúa realizando conductas compensatorias para evitar el aumento de peso.

Lo más habitual es recurrir a los vómitos, aunque también se utilizan laxantes y diuréticos para este fin. Se sabe que la limpieza sistémica ralentiza el metabolismo, lo que puede promover el aumento de peso. Esto se debe a que, si bien el cuerpo no puede absorber lo que vomita una persona, reduce su gasto de energía basal.

Comer en exceso

La bulimia, como decíamos, es una enfermedad cuya característica principal es la presencia de atracones, con o sin conductas compensatorias. En la anorexia, en cambio, no observamos un descontrol de la ingesta propio de la bulimia.

Una paciente anoréxica nunca podrá ingerir muchas calorías porque su estricto control se lo impide. Solo en algunos casos, tras unos días de restricción, puede saltarse la abstinencia autoimpuesta y probarla, como por ejemplo un bocadillo. Sin embargo, esto no es un atracón objetivo en sí mismo, aunque los pacientes lo experimentan.

Vómitos

Los vómitos pueden ocurrir en trastornos de anorexia purgantes como la bulimia. Sin embargo, la diferencia entre los dos es el fondo.

Mientras que en la bulimia el vómito es una estrategia compensatoria que se produce tras los atracones, en la anorexia se produce tras una ingesta normal.

Esto es lo mismo que discutimos anteriormente. Aunque, objetivamente, la bulimia no se presenta en la anorexia, los pacientes la experimentan como si estuvieran ingiriendo la cantidad típica de un episodio de bulimia.

Controlar

En términos generales, el control es un elemento central de TCA. Sin embargo, la relación del paciente con el control puede variar mucho según se trate de anorexia o de bulimia.

En el caso de la anorexia, se observa un fuerte deseo de control. Esto se manifiesta a través de alimentos severamente restringidos en calorías.

Sin embargo, la rigidez de los alimentos es solo un reflejo de un patrón inflexible más profundo. Esto hace que el anoréxico sea extremadamente perfeccionista, ordenado y académicamente estupendo…

Este tipo de control absorbe tanta energía que apenas queda reserva para actividades sociales o de ocio. Las relaciones con los demás son de aislamiento y no hay interés en socializar ni en la sexualidad de ningún tipo.

El ocio suele limitarse a actividades relacionadas con la alimentación o el ejercicio, pero nunca más allá.

En el caso de la bulimia podemos observar el polo opuesto por el absoluto descontrol. Las personas con este trastorno alimentario a menudo no tienen control sobre sus impulsos y muestran patrones de comportamiento que son tan desorganizados como la forma en que comen.

Es común tener fases de desinhibición absoluta, que se manifiestan en promiscuidad sexual, compras excesivas, apertura social… Estas fases se alternan con fases exactamente opuestas de reclusión, inhibición y rechazo de las relaciones sociales.

Emociones

A nivel emocional, también observaremos patrones muy diferentes en los dos casos. En la anorexia se presentan con frecuencia dos fenómenos conocidos como anhedonia y alexitimia.

La primera es la incapacidad de disfrutar las cosas, mientras que la segunda es la dificultad para reconocer y expresar las propias emociones, lo que a menudo resulta en profundas desconexiones emocionales y emociones muy planas.

Los pacientes a menudo informan sus experiencias, incluso las más angustiosas, de manera neutral y sin emociones.

Además, tienden a analizar y procesar todas sus experiencias, no desde sus emociones, sino desde la lógica y la razón.

En general, las personas con este trastorno tienden a tener un buen desempeño académico, por lo que los registros lógicos y racionales les resultan mucho más cómodos que los registros emocionales.

En el caso de la bulimia, encontramos de nuevo el polo opuesto. El estado emocional de las personas con bulimia se caracteriza por la inestabilidad.

Las experiencias emocionales son intensas, pero fluyen demasiado rápido y no duran mucho. Esto significa que, al igual que la anorexia, las personas están confundidas acerca de sus emociones, aunque podemos ver que es un matiz muy diferente.

Este sentimiento demasiado intenso puede llegar a ser abrumador para la persona que lo padece, por lo que es habitual utilizar otros medios de «alivio», como las autolesiones, además de comer en exceso. El dolor físico actúa como un narcótico para el dolor emocional al afectarte a ti mismo, una forma muy clásica de trastorno por atracón.

Equipo Psiquiatras Online

 

 

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