Existen muchas adicciones alimentarias asociadas a diferentes productos: pipas de girasol, galletas, palomitas de maíz, etc. Pero quizás la más común y conocida sea la adicción al chocolate.

A continuación te hablaremos de ella y por qué debes cuidarte.

Por qué gusta tanto

El chocolate no proporciona ninguna sustancia adictiva, por lo que el término no debe usarse estrictamente. Más bien, es un impulso o deseo que nos dice que nos sintamos incómodos.

Ahora hablaremos de la cuestión que más nos interesa, a saber, cómo superar esta dependencia del chocolate, que puede llegar incluso a provocar el síndrome de abstinencia.

El primer paso básico es regular los niveles bajos de azúcar en la sangre. No pases más de 5 horas sin comer y evita cualquier producto que contenga azúcar refinada.

En farmacias y herbolarios podemos encontrar una sustancia que nos ayuda mucho: el picolinato de cromo.

Debemos reducir el estrés y la ansiedad: hacer ejercicios de relajación, respirar hondo, caminar, cantar, etc.

La actividad física es un poderoso aliado porque nos ayuda a oxigenarnos mejor y nos hace sentir con más energía y relajados.

Si observamos un aumento de nuestras ganas de comer chocolate cuando estamos tristes, es recomendable acudir al médico por si se hace necesario prescribir un antidepresivo.

Una “adicción” que se puede controlar

Lo que lo hace tan apetecible es la combinación de características sensoriales (dulzura, textura y aroma) con elementos nutricionales y químicos, combinados con cambios hormonales y de humor.

El efecto del estrés sobre el deseo de comer estableció otra relación entre la comida y la conducta adictiva. Aquellos que dejan las drogas tienden a recaer en situaciones estresantes porque beber, fumar o tomar drogas pueden calmarlos y darles una sensación de control. Lo mismo ocurre con las personas que siguen una dieta estricta, que tienden a omitirla bajo estrés o ansiedad.

¿Soy «adicto» o puedo controlarlo?

Para saber si una relación con el chocolate es normal o está fuera de los límites, debes observar tu propio comportamiento. Algunas cosas deberían mantenernos alerta:

  • Que lo etiquetes como malo o que no está a tu alcance.
  • Que sientas ansiedad o nervios al consumirlo.
  • Poner reglas estrictas sobre cómo y cuándo hacerlo.
  • Que lo restringas totalmente.
  • Que tengas deseos constantes de tomarlo.
  • Que comas grandes cantidades compulsivamente.
  • Que escondas a los allegados la cantidad que tomas.
  • Que tengas la sensación de que no se controla.
  • Que no pares hasta que sientas malestar.

Si necesitas ayuda para poder controlar el deseo de consumir chocolate, recuerda que puedes pedir hora con nosotros.

Equipo Psiquiatras Online

 

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