Las investigaciones muestra que no solo la timidez extrema es genética, sino también las respuestas cerebrales tempranas asociadas con la timidez. El hallazgo puede informar futuras investigaciones sobre los factores genéticos y ambientales que juegan un papel en el desarrollo de la timidez extrema.

La timidez extrema (o trastorno de ansiedad social) es un miedo intenso y evitación de situaciones sociales. Las personas extremadamente tímidas evitan las actividades cotidianas, como la escuela o el trabajo, porque temen lo que los demás puedan pensar de ellas.

Investigaciones anteriores han demostrado que la timidez extrema es hereditaria: si un pariente cercano sufre de timidez extrema, usted corre un mayor riesgo de tener timidez extrema. Descubrimos que las respuestas cerebrales tempranas a las evaluaciones sociales también existen en las familias y están asociadas con una timidez extrema.

 

La timidez extrema como un concepto amplio

Muchos factores pueden influir en el desarrollo de la timidez extrema, como los genes, el entorno y sus interacciones. La timidez extrema es un concepto muy amplio porque las personas extremadamente tímidas pueden manifestar su trastorno de diferentes formas.

Algunas personas evitan hablar en las reuniones, otras evitan comer frente a otras personas y otras evitan conocer gente nueva.

Todos estos síntomas diferentes hacen que sea difícil vincular la timidez extrema con factores genéticos y ambientales. Medidas más específicas de timidez extrema podrían ayudarnos a estudiar el desarrollo de la timidez extrema en el futuro.

Evaluación social

Antes de la sesión de EEG, les pedimos a los participantes que enviaran una fotografía de ellos mismos. Les dijimos que sus fotos serían evaluadas por un grupo de pares. Por supuesto, ese no es el caso, pero queríamos provocar la sensación de ser juzgados.

Durante la sesión de EEG, mostramos a los participantes imágenes de «revisores pares» y les pedimos que indicaran si pensaban que les gustarían a sus parejas.

Después de esto, los participantes recibieron retroalimentación, presumiblemente de la pareja: sí (le gustas a esta persona), o no (no le gustas a esta persona). Nuevamente, esta retroalimentación de calificación social no es real, sino que la computadora la selecciona aleatoriamente (50% sí, 50% no).

 

Mayor respuesta al juicio social negativo

Todos los miembros de la familia participaron en esta tarea de EEG y medimos sus respuestas cerebrales a los comentarios evaluados socialmente.

Descubrimos que un componente EEG muy temprano se asoció con timidez extrema y herencia familiar.

En comparación con los miembros de la familia no extremadamente tímidos, los miembros de la familia extremadamente tímidos mostraron mayores respuestas tempranas (dentro de los 200 milisegundos) cuando sus compañeros «dicen» que no les agradan. Esta respuesta temprana puede estar relacionada con una mayor atención a esta retroalimentación.

 

¿Ahora?

Esta medición específica de EEG podría ayudarnos en futuros estudios sobre cómo se desarrolla la timidez extrema.

Debido a que esta medida de EEG es más específica que el concepto amplio de timidez extrema, puede ser más fácil vincular esta medida con factores genéticos y ambientales. Los investigadores podrían investigar si los niños con riesgo de timidez extrema exhiben esta medición de EEG y, de ser así, cómo podemos ayudar a los niños con esta vulnerabilidad. Por supuesto, ser tímido está bien, pero no debería afectar toda la vida de una persona.

Equipo Psiquiatras Online

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