La violencia psicológica en una pareja ocurre cuando en la relación hay un desequilibrio de poder. Uno de los miembros controla al otro/a mediante amenazas, victimizaciones, intimidación, generación de culpa, temor o autodesvalorización.

 

Es habitual que la víctima del maltrato minimice lo que le está ocurriendo comparándose con otras personas que experimentan violencia en distinto grado o por lo que se describe en los medios de comunicación. Se preguntan si su situación es mejor o peor, en vez de hacer frente al daño que reciben.

 

La violencia psicológica destruye la psique del otro, lo controla y no deja marcas evidentes. Las autoridades judiciales hoy en día tienen claridad que el maltrato psicológico es violencia intrafamiliar que debe regularse y proteger a la víctima.

 

Muchas personas justifican el abuso psicológico pensando que no recibe tanto daño pues no hay violencia física. Sin embargo, la violencia emocional es silenciosamente destructiva demoliendo la propia autoestima y afectando hasta la identidad de víctima.

 

Las personas abusivas son astutas más que impulsivas. No maltratan a cualquier persona, sino que se encargan de elegir una pareja que sea de fácil sometimiento, generalmente por tener baja autoestima, temor al abandono, inseguridad en sus capacidades o sentimientos de imposibilidad de enfrentar la vida solo/a.

 

Hay una planificación en beneficio propio y frente a otros pueden parecer totalmente encantadores y mesurados, siendo capaces de suspender el maltrato de inmediato cuando sienten amenazados sus propios intereses o se benefician con otro comportamiento circunstancialmente.

 

 

El maltrato psicológico es un modo de tener poder y controlar al otro en beneficio propio. Se caracteriza por:  

 

1.- Dominancia en las decisiones familiares, tratando a la víctima como incapaz “inmaduro/a” y como sirviente, esperando obediencia pues considera al otro como una posesión. Su carácter es violento e impredecible

 

2.- Generación de culpa. Justifican su comportamiento con excusas no válidas: que tuvieron un mal día, problemas en el trabajo, estrés, el daño recibido en su niñez y así minimizan o niegan el maltrato. Alteran la realidad en el discurso generando en el otro la conclusión que es su responsabilidad que ocurriera el maltrato sintiéndose culpable.

 

3.- Humillación, que puede ocurrir en circunstancias privadas o incluso públicas, dirigida a desmoronar la autoestima, mediante ironía, insultos, gritos, generando culpa y vergüenza en público.

 

4.- Aislamiento. Para mantener un vínculo de dependencia y control. Vigila a dónde la pareja sale y con quién habla por celular o RRSS. El propósito es aislarlo/a de sus amistades, familiares, poner impedimentos para que trabaje o estudie, etc. Se tiene que estar “pidiendo permiso” para hacer lo que quiere y recibe constantes críticas.

 

5.- Amenazas de daño a la pareja, a los hijos o mascotas, de abandonar la casa, de cometer suicidio si es dejado, de hacer demandas, etc.

 

6.- Intimidación para generar sumisión mediante amenazas gestuales, pegar o tirar cosas, dañar a la mascota o mostrar cuchillos u otras cosas que amedrenten con el fin  de ser obedecidos.

 

7.- Celos injustificados, denostando, culpando y vigilando el comportamiento de la persona víctima de la violencia.

 

 

 

¿Cómo diferenciar entre peleas en una pareja o violencia psicológica?

 

En las peleas hay mayor simetría de poder en la pareja. Cada uno intenta imponerse, pero existe el deseo de encontrar una solución sin generan temor ni desvalorizar al otro. En la violencia psicológica la persona que tiene el control hace sentir al otro que no es suficiente, que tiene la culpa y merece que su pareja se enoje.

 

La víctima evita hablar de los temas de conflicto para que la pareja no se moleste. En la sexualidad, la pareja se siente más un objeto que una persona querida al intimar, pero tiene miedo de oponerse por las posibles represalias

 

 

 

¿Cuándo pedir apoyo psicológico?

 

  • Si estás atemorizado/a de tu pareja y necesitas darle el gusto permanentemente para obtener tranquilidad.

 

  • Sientes agobio con la posesividad y celos de tu pareja.

 

  • Consideras que se va deteriorando tu autoestima, te has ido desconectado de ti mismo/a y no te atrever a seguir tu propia vida como la deseas.

 

  • Recibes prohibición o constantes críticas restringiendo que salgas con otras personas y estar siempre disponible para las necesidades de tu pareja que te maltrata.

 

  • Sientes intensa ansiedad o sentimientos depresivos asociados a tu relación de pareja que te afectan a ti y a tu familia.

 

Si están presentes algunos de estos indicadores que te van destruyendo psíquicamente, no dudes en llamar a nuestro equipo de Psiquiatras Online

 

Tania Donoso

Psicóloga Familiar y de pareja

Equipo Psiquiatras Online

 

× ¿Tienes dudas?