Has notado que todo te cuesta más, el trabajo te pesa, te cuesta concentrarte, y cada día te levantas con la sensación de que no puedes seguir. Tal vez incluso te has dicho: “estoy flojo”, “ya no sirvo para esto”, o “no tengo motivación”.
Pero no es flojera, es ansiedad laboral, y es la forma en que tu cuerpo grita que necesita un respiro.
Cuando el trabajo se convierte en una carga emocional
La ansiedad laboral aparece cuando el estrés deja de ser una chispa que te impulsa y se convierte en una llama que te quema, así ames lo que haces, pero si vives en alerta constante, si sientes que todo depende de ti o que nunca haces suficiente, el cuerpo empieza a colapsar.
Los síntomas son claros: insomnio, palpitaciones, dolores musculares, pensamientos repetitivos. El domingo en la noche ya sientes angustia por el lunes, y cualquier notificación te altera el ánimo.
En consulta, muchas personas confiesan que se sienten culpables por querer parar, porque ya aprendido que el cansancio es debilidad y que descansar es “perder el tiempo”. Pero el cuerpo no piensa así. El cuerpo sabe cuándo necesita bajar la velocidad, y si no lo escuchas, lo hará por ti: con ansiedad, agotamiento o con una crisis.
La mente quiere seguir produciendo; el físico, en cambio, solo quiere sobrevivir.
Cómo empezar a sanar tu relación con el trabajo
Reconoce lo que te está pasando, ya que la ansiedad laboral no se resuelve con más esfuerzo, se hace con más conciencia, aceptando que estás saturado no te hace débil; te hace honesto.
Identifica tus límites, no es posible responder correos a las once de la noche ni resolver todo tú solo. El mundo no se derrumba si te detienes un momento.
Ponle orden a tus rutinas, por ejemplo durmiendo lo suficiente, comiendo bien, haciendo paradas cortas durante el día, en ocasiones, cinco minutos de silencio valen más que una hora de productividad.}
Habla con alguien de confianza, o busca apoyo psicológico, ya que la terapia te ayuda a ponerle nombre a lo que sientes, a encontrar equilibrio entre exigencia y bienestar, y a aprender a descansar sin culpa.
Equipo Psiquiatras Online


