• Augusto Leguía Sur 79, of. 407, Las Condes, Santiago de Chile

Si no sanas lo que te duele, lo repetirás con otra cara

Hay heridas que no se ven, pero que condicionan nuestras decisiones, vínculos y formas de reaccionar. Muchas veces creemos que hemos superado algo porque ya no lo recordamos a diario, pero el cuerpo y la mente tienen formas más sutiles de recordarnos que algo sigue pendiente. Y así, sin darnos cuenta, volvemos a elegir parejas similares, a vivir situaciones que ya dolieron antes, a repetir patrones que creemos nuevos, pero que solo tienen otro rostro.

Sanar no es olvidar. Sanar es comprender y transformar lo que nos marcó. Si no lo haces, repetirás una y otra vez el mismo guion con diferentes personajes.

Las emociones no resueltas buscan repetirse

Cuando algo no se ha trabajado emocionalmente, la mente intenta resolverlo a través de repeticiones. Por ejemplo, si no sanas una infancia marcada por la ausencia emocional, puedes buscar en tus relaciones adultas esa misma figura distante, como una forma inconsciente de “reparar” lo que faltó. Pero sin conciencia, esa búsqueda solo genera más dolor.

Esto no es un castigo ni una debilidad. Es el modo que tiene nuestra psique de pedir ayuda. La repetición es una señal, no un destino. Y si te detienes a mirar con atención, descubrirás que lo que estás viviendo hoy guarda ecos de lo que un día dolió y quedó sin resolver.

No se trata de culparte, sino de abrir los ojos. Pregúntate: ¿esto que estoy sintiendo ya lo viví antes? ¿Por qué me cuesta tanto salir de este ciclo? La respuesta puede estar menos en lo externo y más en tu mundo interior.

Lo que no se trabaja, se arrastra

Todos tenemos derecho a empezar de nuevo, pero un nuevo comienzo no servirá de nada si llevas la misma carga emocional de siempre. Cambiar de lugar, de pareja, de empleo o de amigos no resolverá lo que sigue sin resolverse por dentro. Porque donde tú vayas, irá también tu historia.

Sanar implica reconocer lo que te marcó, darte permiso para sentir, y contar con las herramientas adecuadas para resignificar tu experiencia. A veces, hacerlo solo no es suficiente. Por eso existe la psicoterapia: para ayudarte a ver lo que tú no puedes ver solo, y acompañarte en el proceso de romper con esos ciclos repetitivos.

Tu historia no tiene por qué ser una cadena de repeticiones. Puede ser una espiral de crecimiento. Podemos ayudarte a descubrir cómo. Agenda tu cita y empecemos a trabajar en lo que sí se puede transformar.

Equipo Psiquiatras Online


Agenda aquí
  • ONLINE
  • PRESENCIAL

Deja una respuesta