En nuestra sociedad, tienes que aprender mucho de los libros de texto, como esos que parecen interminables, por lo que desarrollar el modelo mental correcto es crucial. Afortunadamente, tenemos un cerebro crítico para ayudarnos.

Piense en sus días de escuela o universidad. ¿Cuánto conocimiento adquiriste a través del texto? ¿Cuántos libros has leído? Incluso mientras lees esto, no tendrás problemas para entender el texto. Para hacer todo esto, tu cerebro está trabajando duro. En cada oración que lees, trabajas las palabras y la gramática. También conecta su conocimiento previo con partes anteriores del texto para comprender las oraciones.

Haces todo esto en segundos. Cuando lo piensas, en realidad es toda una proeza que todos estos procesos sucedan al mismo tiempo (o casi al mismo tiempo). Cada nueva pieza de información encaja en su representación del texto para crear una representación mental coherente y correcta (su modelo mental del texto). Así que leer es algo bastante complicado.

El cerebro crítico

Sin embargo, los modelos mentales no pueden simplemente ajustarse a ciegas en función de todo lo que lee. En un mundo perfecto, todo lo que leas sería 100% correcto, pero no lo es. El texto puede no ser del todo correcto… en varios aspectos.

Pueden contener errores de hecho, o incluso mentiras deliberadas; pueden contener información contradictoria, o pueden contradecir otros textos sobre el mismo tema. Para evitar que nuestra memoria se vea abrumada por conocimientos incorrectos, es importante que validemos la información antes de ajustar nuestro modelo mental para que se ajuste a ella. Este proceso de validar nueva información antes de integrarla en el modelo mental se llama «validación».

Lo que muestra la mente

Las representaciones mentales se validan con varias fuentes de información, como el conocimiento previo del lector y la información previa en el texto. Tomemos, por ejemplo, la frase «El elefante vuela». Cuando lea esta oración, las campanas de alarma pueden comenzar a sonar porque sabe que los elefantes no pueden volar. Pero si lees la misma oración en una historia sobre Dumbo, el elefante del circo, ¿sigue siendo un problema? tal vez no. Así, para comprender un texto, los lectores utilizan información de sus conocimientos previos y del propio texto, comprobando si cada nueva información coincide con lo que saben y lo que acaban de leer.

Una vez que una parte de la información se verifica con éxito, se integra en el modelo mental del lector y finalmente se almacena en su memoria a largo plazo. Por lo tanto, el proceso de verificación no solo afecta cómo leen las personas, sino también cómo aprenden de los textos. Lo que lees y lo que ya sabes determina qué y cómo aprendes del texto y, por tanto, cómo amplías o adaptas tus conocimientos. Por supuesto, todos estos procesos suceden en un instante y la gente rara vez se detiene a pensar en ello. Estudiar estos procesos nos brinda una mejor comprensión no solo de cómo leen las personas, sino, lo que es más importante, cómo procesan la información incorrecta y cómo el cerebro trata de proteger nuestros modelos mentales (y, por lo tanto, nuestros recuerdos) de esta información. Entonces tu cerebro se asegura de que no recuerdes todo lo que lees.

Equipo Psiquiatras Online

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