• Augusto Leguía Sur 79, of. 407, Las Condes, Santiago de Chile

Perdonarte a ti mismo: el paso más difícil hacia la paz interior

A veces no es a los demás a quienes más te cuesta perdonar, es a ti, llevas tiempo arrastrando esa culpa por lo que hiciste, por lo que dijiste… o por lo que no hiciste cuando debías hacerlo. Lo repasas una y otra vez, buscando cambiar algo que ya pasó. Pero el castigo te mantiene herido.

El perdón personal es dejar de lastimarte por ellos, entendiendo que hiciste lo mejor que pudiste con las herramientas que tenías en ese momento.

Cuando el juez eres tú mismo

La mente tiene memoria perfecta para los errores, pero pésima para la compasión.
El perdón personal es difícil porque exige mirar tus fallas sin excusas, sin odio.

Muchos cargan con el peso del “debí hacerlo mejor”, “no merezco estar bien”, “no puedo perdonarme”.

Esa autoexigencia se convierte en una cárcel emocional.

En consulta, dicen: “si hubiera actuado diferente, todo habría sido mejor”. Pero culparte te impide sanar. Perdonarte te libera del castigo. Y cuando te liberas, aprendes sin miedo, vivir sin vergüenza y avanzar sin cadenas.

Cómo empezar a perdonarte

  1. No es de negar lo que hiciste, es aceptar que eres humano y que los errores también enseñan.
  2. Pregúntate: “¿le hablaría así a alguien que amo?”. Si la respuesta es no, entonces tampoco te hables así a ti.
  3. El perdón personal es convertir el pasado en lección. Cada herida tiene algo que enseñarte si dejas de verla como condena.
  4. Escribe una carta a tu versión del pasado. Agradece lo que intentó hacer y despídete de la culpa.
    Liberarte empieza por soltar la necesidad de seguir castigándote.

Equipo Psiquiatras Online


Agenda aquí
  • ONLINE
  • PRESENCIAL