Lo que más cuesta no es pedir ayuda, es volver a hacerlo después de una mala experiencia. Tal vez fuiste a terapia y sentiste que no te entendieron, que no avanzabas o que te juzgaron cuando más necesitabas comprensión. Eso duele, duele distinto, porque abriste una parte de ti que era vulnerable.
Cuando eso pasa, es normal cerrar la puerta, aunque perder la confianza en la terapia psicológica no significa que no funcione; es que alguien no supo acompañarte de la manera adecuada y recuperar esa confianza no es fácil, pero sí posible.
Cuando la ayuda no se sintió como ayuda
Muchos llegan a consulta con cicatrices de procesos anteriores: “El psicólogo solo me escuchaba y no decía nada”, “Sentí que me estaba analizando, no ayudando”, “No me sentí cómodo, así que dejé de ir”.
La terapia no debería ser un lugar donde te sientes evaluado, tiene que ser un espacio donde puedas respirar sin miedo.
Pero como en cualquier relación humana, hay conexión o no la hay, ya que no todos los terapeutas te harán sentir entendido, y eso no invalida la psicoterapia; solo muestra que no encontraste todavía el espacio ni la persona correctas.
A veces se pierde la confianza por expectativas poco realistas, buscamos resultados rápidos o respuestas inmediatas, y la terapia, en cambio, es un proceso que va revelando cosas paso a paso. Cuando el cambio tarda, la frustración aparece.
Por eso es importante entender que sanar lleva tiempo, la confianza se construye, igual que el vínculo terapéutico.
Cómo volver a confiar en la terapia y en ti
Entiende que haber tenido una mala experiencia no te define como paciente, fue una situación, no un destino, por eso darte una nueva oportunidad es darte permiso de hacerlo distinto esta vez.
Busca un terapeuta con quien te sientas cómodo desde el primer contacto, pide una sesión inicial para ver si hay conexión, sin compromiso. Habla de lo que temes, incluso de lo mal que te fue antes, este sabrá escuchar eso sin ofenderse, y lo usará para construir confianza contigo.
Cambia el enfoque: no vayas esperando que el psicólogo tenga todas las respuestas, esto es una labor en equipo. El terapeuta acompaña, y tú sigues siendo protagonista de tu proceso.
La confianza se fortalece cuando te involucras, cuando hablas de lo que sientes y te das tiempo para ver los avances pequeños.
Equipo Psiquiatras Online