El cerebro del niño se nutre de distintas experiencias que tienen un impacto en el desarrollo desde el entorno uterino. El ambiente, la alimentación, la estimulación, todo impacta. Por eso es importante tener en cuenta la estimulación propia y del entorno que se ofrece.

 

La sobreestimulación digital y consecuencias

Durante las vacaciones, los niños suelen tener mucho tiempo libre, que pueden pasar fácilmente frente a las pantallas. Las nuevas tecnologías pueden ser grandes herramientas educativas para niños de 7 u 8 años, siempre que se utilicen de forma adecuada en el momento y contexto.

Pero la sobreestimulación digital tampoco es buena para el cerebro, especialmente a una edad temprana. Exponer a un niño a pantallas con demasiados estímulos no permite que el cerebro los procese de forma adecuada, lo que puede dificultar el correcto desarrollo de diferentes dominios cognitivos (atención, memoria, lenguaje, etc.) en el futuro. misma a la que se expone a estímulos de Umbral, lo que puede derivar en una futura inquietud y dificultad en la regulación de las emociones.

 

Alternativas a las pantallas para su desarrollo

Actividades que puedes hacer con los niños para estimular el cerebro y evitar las pantallas.

 

Deporte

El ejercicio mejora la función cerebral en niños y niñas. Más específicamente, los científicos dicen que los deportes de equipo pueden prevenir el riesgo de ansiedad, depresión, dificultad para concentrarse, aislamiento o problemas sociales. Asimismo, un estudio reciente demostró que cierta intensidad de ejercicio aeróbico, como nadar, puede mejorar el estado de ánimo y mejorar el aprendizaje y la memoria.

 

Contacto con la naturaleza

De acuerdo con estudios, una experiencia inmersiva en la naturaleza por parte de los menores ayuda en el bienestar emocional y rendimiento académico y cognitivo.

 

Juegos de mesa y manualidades

Actividades artísticas en familia o juegos como el póquer, el ajedrez, la lógica o los juegos cooperativos estimularán las áreas sensoriales, motoras y cognitivas de su cerebro además de dejar en nuestros hijos una huella emocional que compartimos con nosotros y que quedará en su memoria.

 

Juego libre con los iguales

Esto es bueno para las habilidades sociales y un buen desarrollo del juego asociativo, entre otras áreas, la flexibilidad cognitiva (tener que readaptarse constantemente a la evolución y las reglas del juego) o la tolerancia a la frustración (si se atascan en el juego tienen que quedarse quietos y esperando ser salvados, no pueden volver a iniciar el juego presionando el botón de «inicio», como sucede en los videojuegos).

 

Que dejes que se aburran

El aburrimiento en los bebés hace necesario que los niños o niñas encuentren su propia motivación, lo que facilita la creación de nuevas reglas, estructuras o variables que potencien la curiosidad y la creatividad de los niños.

Equipo Psiquiatras Online

 

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