La crianza no comienza cuando nace un hijo. Comienza mucho antes, con tu propia historia emocional. Con lo que viviste, con lo que te dolió, con lo que aprendiste a callar. Muchos padres y madres repiten con sus hijos patrones que juraron no repetir. No porque no amen, sino porque no han sanado. Porque sin darse cuenta, educan desde la herida, no desde la conciencia.
La infancia no resuelta no desaparece. Se actualiza cuando educamos. Y si no se trabaja, se transmite.
El legado emocional invisible
Si de niño no fuiste escuchado, tal vez hoy te cueste escuchar con paciencia. Si te exigieron perfección, quizá sin darte cuenta le exijas lo mismo a tu hijo. Si fuiste invalidado, tal vez te moleste cuando tu hijo expresa emociones fuertes. Es así como el pasado reaparece, ahora en forma de respuestas automáticas que se sienten naturales, pero que tienen raíz en tu propia crianza.
No se trata de culparte. Se trata de mirarte con compasión y con responsabilidad. Nadie llega a la paternidad o maternidad completamente resuelto. Pero cuanto más sanes tu historia, más libre estará tu hijo de repetirla.
Educar desde el dolor sin atenderlo es una cadena. Educar desde la conciencia es una oportunidad de liberación para ambos.
Sanarte también es un acto de amor hacia tus hijos
Muchos adultos cargan con la culpa de no hacerlo perfecto. Pero no se trata de perfección, sino de coherencia. De tener el coraje de detenerse, revisar, pedir ayuda si es necesario. De mirar al niño o niña que fuiste y decirle: “Vamos a sanar juntos, para no seguir transmitiendo esto”.
La terapia puede ser ese espacio donde entiendes por qué reaccionas como reaccionas, dónde nacen tus miedos, tus exigencias, tus silencios. Es un regalo que te haces a ti, pero también a quienes te rodean. Porque cuando un padre o madre sana, toda la familia respira distinto.
Si algo en tu crianza te pesa y sientes que lo estás repitiendo, aún estás a tiempo de transformarlo. No estás solo. Podemos acompañarte en ese camino de conciencia y reparación.
Equipo Psiquiatras Online