No todas las personas con depresión se quedan en cama, muchas se levantan, trabajan, sonríen, ayudan a otros y cumplen con todo…
Seguro te identificas.
Por dentro se están desmoronando.
La depresión oculta es silenciosa y engañosa, no siempre se ve, pero se siente: en la falta de ganas, el cansancio sin razón, esa sensación de estar ausente incluso cuando estás rodeado de gente.
Cuando todo parece bien, pero nada lo está
La depresión oculta suele disfrazarse de “estoy bien”, “solo estoy cansado” o “no quiero preocupar a nadie”.
Es una lucha interna que pocos notan, porque desde fuera parece que todo sigue igual, pero, dentro hay un peso constante, una desconexión emocional que apaga poco a poco la motivación por vivir.
En consulta, muchas personas dicen: “tengo todo para estar bien, pero no lo estoy”.
Y eso es lo que la vuelve tan peligrosa: pasa desapercibida, no hay lágrimas visibles, pero sí un vacío profundo que se intenta compensar con trabajo, humor o distracción.
Cómo reconocer los signos de una depresión oculta
- Es más emocional que físico, te cuesta concentrarte, te sientes lento o desconectado.
- Ya nada te entusiasma, lo haces por obligación, no por deseo.
- No triste, vacío, sin reacción ante lo que antes te conmovía.
- Temes que los demás noten tu fragilidad, así que sonríes y finges.
Qué hacer si sospechas que estás viviendo una depresión oculta
No tienes que tocar fondo para pedir ayuda.
Hablar con un psicólogo identifica lo que estás sintiendo, le pone nombre al cansancio y a recuperar la conexión contigo mismo.
Equipo Psiquiatras Online


