¿Cuántas veces has estado a punto de lograr algo importante y, justo antes, hiciste o dijiste algo que lo arruinó? No fue mala suerte, es miedo disfrazado.
El autosabotaje emocional es esa tendencia a ponerte obstáculos cuando estás cerca de avanzar. Sabes lo que quieres, pero algo dentro de ti encuentra la manera de detenerte. Pospones, dudas, te llenas de excusas, y luego llega la frustración: “¿Por qué siempre me pasa lo mismo?”. La respuesta no está afuera. El enemigo no es el entorno; está en tu diálogo interno.
Cuando el miedo se disfraza de razón
El autosabotaje emocional aparece cuando tus emociones no están alineadas con tus deseos, deseas crecer, pero una parte de ti teme perder control, equivocarse o no ser suficiente. Entonces, inconscientemente, haces cosas para evitar ese miedo: llegas tarde, no terminas, eliges mal o te convences de que no era el momento.
No es falta de capacidad, es una forma de protegerte.
El cerebro prefiere lo conocido, incluso si duele, antes que lo incierto, aunque sea mejor.
En consulta, se repite mucho esta frase: “Siempre que algo va bien, algo en mí lo arruina”.
Y sí, pasa. porque hay creencias viejas que te susurran: “no te lo mereces”, “seguro fallas”, “no vas a poder”.
Esas frases no son la verdad; son heridas, versiones antiguas de ti tratando de evitar el dolor del pasado, aunque eso signifique detenerte en el presente.
Cómo dejar de ponerte piedras en el camino
Date cuenta, no puedes cambiar lo que no reconoces, ve cuándo te saboteas: ¿qué sientes justo antes de rendirte o posponer algo importante?
A veces el autosabotaje se manifiesta con pequeñas decisiones: no enviar un correo, no aceptar una oportunidad, quedarte en una relación que ya sabes que te hace daño.
Anota esos momentos, no para culparte, es para entender tu patrón.
Cambia el diálogo interno, en los momento que salga un “no puedo”, cámbialo por un “voy a intentarlo igual”. La mente necesita escuchar nuevas verdades para dejar de repetir viejas mentiras. Empieza con pasos pequeños, cumpliendo una promesa al día contigo mismo, por mínima que sea, cada acto cumplido refuerza tu confianza.
Y si descubres que el miedo es más fuerte de lo que eres capaz de manejar, busca acompañamiento. A veces, el autosabotaje no se vence con fuerza, se logra con comprensión. Un psicólogo ayuda a reconocer de dónde viene ese patrón y enseñarte a actuar desde el autocuidado, no desde el miedo.
Equipo Psiquiatras Online



