La alegría que sigue a un resultado positivo en el test de embarazo después de someterse a un tratamiento de fertilidad puede verse empañada por un aborto en muchas ocasiones. Los diagnósticos de aborto son más comunes de lo que se piensa, y muchas parejas experimentan esta situación antes de lograr concebir al bebé tan esperado. Es importante entender que no necesariamente indica problemas en futuros embarazos, y la mayoría de las veces, los embarazos posteriores transcurren sin complicaciones y dan lugar a bebés completamente sanos. A continuación, repasaremos algunos consejos de apoyo emocional para enfrentar estas situaciones particularmente difíciles.

¿Qué significa un aborto?

Se define como la interrupción del embarazo antes de la semana 22. Cuando este ocurre repetidamente en más de tres ocasiones, se le llama aborto recurrente, mientras que si ocurre después de este período, se considera un parto prematuro.

El primer trimestre del embarazo es el periodo de mayor riesgo para experimentar un aborto, ya que es durante esta etapa que se forman la mayoría de los órganos del embrión. Sin embargo, una vez que se alcanzan las 12 semanas de embarazo y se confirma un adecuado desarrollo fetal mediante ecografías, las probabilidades de aborto disminuyen significativamente.

¿Cómo se detecta un aborto espontáneo?

El diagnóstico se da luego de observar un sangrado vaginal o puede ser descubierto durante una exploración médica de rutina. El síntoma más común de un aborto es el sangrado vaginal, conocido como metrorragia. Sin embargo, no todos los sangrados vaginales conducen a un aborto, aunque siempre se considerará una situación de riesgo para el embarazo.

En algunos casos, puede no presentar síntomas evidentes y ser diagnosticado durante una ecografía de rutina, donde se observa que el embrión no está desarrollándose correctamente y no muestra actividad cardíaca.

¿Cuál es el tratamiento posterior?

En todos los tipos de aborto, el tratamiento implica la expulsión de los restos ovulares. En muchos casos, especialmente en abortos tempranos, esta expulsión ocurre de forma espontánea. Pero, en otros casos es necesaria una intervención médica para eliminar los restos, mediante un procedimiento conocido como legrado.

¿Cómo sobrellevar un aborto? La pérdida de un futuro hijo, incluso si el embarazo se interrumpe en las primeras semanas, suele generar una profunda tristeza, exacerbada especialmente en la mujer por los abruptos cambios hormonales que experimenta su cuerpo.

Enfrentarse a la tristeza, la rabia y la impotencia tras un aborto después de mucho tiempo de búsqueda puede ser difícil para una pareja y podría convertirse en un problema si no se maneja adecuadamente. Por ello, es bueno seguir algunos consejos de apoyo emocional para superar un aborto:

  • Darse tiempo para recuperarse. El duelo por un aborto pasa por distintas etapas y es necesario transitar cada una de ellas. La recuperación emocional requiere tiempo.
  • Buscar apoyo en el entorno. Aunque en momentos de tristeza tendemos a aislarnos, contar con el apoyo de la pareja, familiares y amigos puede ser fundamental en el proceso de recuperación.
  • Recurrir a ayuda psicológica. Si la situación resulta difícil de superar, consultar a un psicólogo especializado en estos temas es de gran ayuda para comprender y afrontar la pérdida.
  • Cuidar de uno mismo. Aunque sea un momento duro, hay que mantener hábitos saludables de alimentación y sueño para cuidar tanto del cuerpo como de la mente.

¿Buscar un nuevo embarazo de inmediato o esperar?

Si bien el cuerpo de la mujer suele recuperarse físicamente del aborto en uno o dos meses, la recuperación emocional puede llevar más tiempo y es un factor importante a considerar al buscar un nuevo embarazo.

Un nuevo embarazo demasiado pronto, con los cambios hormonales que conlleva, podría generar ansiedad. También es común que tras un aborto, algunas parejas se sientan culpables o teman no poder concebir nuevamente. En cualquier caso, es esencial tomarse el tiempo necesario para descansar y recuperarse emocionalmente.

En la mayoría de los casos, las mujeres que han experimentado un aborto espontáneo no enfrentan dificultades para concebir nuevamente ni requieren tratamientos específicos para tener niños sanos en el futuro.

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