Si vemos las publicaciones y escrituras, no es difícil encontrar mucho contenido sobre castigo positivo y el mejor método para un niño.

Aunque muchos padres no saben cómo ponerla en práctica, y es que no se trata de permitir que los niños hagan lo que quieran, sino que se enfoca en la firmeza, pero sin maltratarlos, pegarles o gritarles.

¿Dónde nace este método?

Surge en Estados Unidos a finales de los ochenta, de la mano de Jane Nelsen y Lynn Lott, psicólogas y madres. La esencia es que se mejore la comunicación con empatía, comunicación y respeto mutuo.

También se basa en que seamos el modelo a seguir para nuestros hijos, que aprendan a comportarse viendo cómo somos.

Si queremos que sean pacientes, también tenemos que serlo nosotros, esto quiere decir que el primer cambio para lograrlo es tener una actitud positiva y castigo positivo con nosotros.

Principios básicos del castigo positivo

Entre los principios encontramos esto:

  • Tener respeto y entender al niño.
  • Ser buen ejemplo
  • Fomentar una buena comunicación entre ustedes.
  • No gritar ni castigar a los niños.

¿Por qué no?

Está demostrado en innumerables estudios que gritar y castigar es contraproducente para el niño. Pueden ser efectivos en el momento, pero luego, pueden desarrollar problemas diversos emocionales.

El niño no aprende a portarse bien, aprende a cuidarse de que no lo descubras.

La paciencia es el mejor método para dar castigo positivo, el cariño, respeto, siendo empático, constancia y amor incondicional

¿Cómo se puede llevar a cabo?

Como ya se ha dicho antes, es el respeto e implicación, por eso es bueno que sigas estos consejos:

Habla con ellos primero

Aclara las normas que puedas acordar con ellos. Como el momento de entrar al baño o a la cama. Con límites de horas, haciendo que el niño intervenga en la hora, así se sentirá más comprometido.

Deja claro que hay normas o límites que no se discuten

Esto es algo a cumplir siempre, no pegar, no morder, robar, empujar, todo lo que implique su seguridad.

Aunque si el niño se pone en peligro, como que va camino a un carro, sí se vale gritarle para espabilarlo y frene.

Busca entender por qué hace lo que hace

A lo mejor no entiende que algo va mal o que no sea capaz de hacerlo. ponte en sus zapatos y seguro te sorprendes.

Si daña o rompe algo

Le puedes preguntar sobre lo que piensa para hacer que entienda que las cosas tienen consecuencias y deben reparar el daño.

Es importante que no lo obligues a pedir perdón, un perdón obligado no es real.

Además de esto puedes:

  • Que reflexione sobre su comportamiento. Que vea las consecuencias.
  • Ser siempre un modelo a imitar, si le gritas, te gritará.
  • Los límites los pones de manera firme, pero con amor.
  • Fomenta la autonomía, libertad, asertividad para que tome sus decisiones.
  • Habla siempre en positivo, no critiques ni etiquetes.
  • No lo compares con otros niños.
  • No castigues, ni le des premios o chantajes, él tiene que comprender que tiene que hacer las cosas y portarse bien.
  • Pasa tiempo de calidad con tu hijo.
  • No eres perfecto, puedes errar, el plan es que sigas el camino, endereces.

Consejos para que no grites

Se puede entender que en algún momento quieras gritar, podemos ser reactivos, ten en cuenta estos consejos:

  • Te debes tomar un respiro, calmarte, incluso salir de la habitación, relajarte y luego volver.
  • Cuenta hasta 10, 100 o hasta donde necesites.
  • Comprende por qué te pones así de nervioso y lo que te pasa.
  • Ten paciencia y recuerda los resultados del castigo positivo comparado con un mal castigo.
  • Respeto y comunicación es clave.

Si sientes que se te hace difícil la comunicación con tu hijo y necesitas comunicarte mejor, podemos ayudarte. Pide cita ahora y te ayudaremos.

Equipo Psiquiatras Online

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