¿Sientes que en tus relaciones necesitas estar seguro todo el tiempo de que no te van a dejar? ¿Te angustias si no te responden, si se alejan un poco, si no notas la misma intensidad?
Ese miedo que se mete sin permiso y te hace buscar confirmación constante tiene nombre: ansiedad de apego. No es exageración, es la herida del abandono hablando a través de ti.
Cuando amar se convierte en miedo
La ansiedad de apego nace en la infancia, cuando aprendiste que el amor podía irse sin aviso o que debías hacer mucho para merecer atención.
De adulto, eso se traduce en vínculos inseguros: necesitas estar pendiente del otro, temes que te olviden o interpretas la distancia como desinterés.
Vives en alerta, buscando señales de que todo está bien, y cualquier silencio se vuelve una amenaza.
En consulta, muchos pacientes describen la misma sensación: “sé que no me está dejando, pero no puedo evitar sentir miedo”.
Y es que el cuerpo reacciona como si el abandono fuera inminente, incluso cuando no lo es. Es una respuesta aprendida, no una elección consciente.
Cómo sanar la ansiedad de apego y crear vínculos más sanos
- No te culpes por sentir miedo, al entender de dónde viene es el primer paso para sanarlo. Pregúntate: ¿cuándo empecé a sentir que el amor era inestable?
- Cuando la ansiedad sube, respira, escribe lo que sientes. No necesitas reaccionar de inmediato a cada miedo.
- Cuanto más conectado estés contigo, menos dependerás de la validación del otro. La seguridad emocional no viene de ser amado, sino de saber que puedes estar bien incluso cuando no te aman como esperas.
- Sanar la ansiedad de apego requiere mirar las raíces: cómo fue el amor que recibiste, cómo lo aprendiste, cómo lo das. La terapia te ayuda a transformar esa necesidad de control en confianza real.
Equipo Psiquiatras Online


