El trastorno bipolar tipo III es una forma de trastorno bipolar que no se ha incluido aún en la clasificación DSM IV, aunque tiene un amplio consenso a nivel internacional.

Con este tipo de trastorno, los episodios maniacos o hipomaniacos se inician con la administración de antidepresivos.

Dentro de los antidepresivos los que más son utilizados son los antidepresivos tricíclicos como la Imipramina, porque tiene efectividad en la enuresis nocturna.

En el déficit de atención con hiperactividad y la depresión, aunque su utilidad en este caso ha sido cuestionada.

En su orden de uso le sigue la amitriptilina, la desipramina y la nortriptilina. Otro grupo de antidepresivos, inhibidores selectivos de recaptación de serotonina, y han sido utilizados en desde la juventud y niñez.

Destacando estos, la fluoxetina, sertralina, paroxetina, citalopram y fluvoxamina.

Los efectos secundarios

Entre los efectos secundarios de los antidepresivos tricíclicos destaca sequedad bucal, constipación, visión borrosa, náuseas, hipotensión ortostática, sedación, mareos o insomnio, pérdida de ganancia o peso.

También se puede sufrir cefalea, mareos, náuseas, insomnio, intranquilidad, anorexia, adormecimiento y temblores.

Todos estos son transitorios y no exigen la suspensión del tratamiento.

Dentro de los textos de psicofarmacología se tiende a la exclusión dentro de los síntomas adversos, el viraje farmacológico de eutimia o depresión a manía franca, secundaria al uso del antidepresivo.

Esto pese a la gran importancia que cobra el reconocer un hecho como este, tanto para el tratamiento como para el pronóstico del paciente.

Si se analiza la literatura médica, se sugiere que los unipolares que viran con antidepresivos, serían más bien bipolares que no habrían desarrollado hasta ese momento la fase hipo maniaca.

Es por eso que le denominan pseudo unipolares, englobándolos dentro del espectro bipolar como bipolares tipo III.

Es por eso que al momento de usar antidepresivos, se tiene que estar atentos ante posibles virajes de hipo manía, principalmente en los pacientes depresivos que tengan algunas de las características señaladas como predictoras de viraje.

Es necesaria la ayuda profesional

El viraje desde depresión a hipomanía tendría una alta especificidad para el diagnóstico de bipolaridad y se presenta en pacientes que no han presentado la fase maniaca de la enfermedad.

Si se hace el diagnóstico de bipolaridad tipo III en quienes han presentado viraje, permite un manejo farmacológico más adecuado y repercute en el pronóstico del paciente.

Si quieres conocer más sobre la bipolaridad tipo III no dudes en pedir hora con nosotros para asesorarte y aclarar inquietudes.

 

Equipo Psiquiatras Online

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