En medio de las dificultades y la incertidumbre, es un gran desafío poder mantener nuestra capacidad de adaptación, flexibilidad y cuidar de nuestro bienestar. 

Desde hace varios meses los sistemas de cuidado -doméstico, laboral, interpersonal, comunitario y social- están siendo exigidos fuertemente y podemos sentir en algunas oportunidades que estamos cerca de nuestros límites. 

 ¿Cómo ayudarnos?

Un aspecto importante es comprender que la adaptación a nuevos contextos es un proceso gradual y dinámico, con momentos en los cuales podemos sentir que estamos sobrepasados. Lo interesante es volver, paulatinamente, a esta sensación de mayor bienestar o autoeficacia sin avanzar hacia la enfermedad o cronicidad.  

Podemos aprender a reconocer síntomas de malestar. Aquellos que me avisan que debo ir más lento, o atender lo que estoy necesitando, hacer una pausa o si es necesario pedir ayuda profesional. 

Desde el punto de vista del modelo de los tres sistemas de regulación emocional de Paul Gilbert (2014)*y desde la mirada de la Terapia Centrada en la Compasión, nuestro cerebro contiene, como mínimo, tres tipos principales de sistemas de regulación emocional, cada uno diseñado para hacer cosas distintas. 

Sistema de Calma y Afiliacion: enfocado hacia el autocuidado, la empatia, la calidez y la amabilidad. Se relaciona con nuestros sentimientos de calma, confianza y seguridad asociado con la produccion de ocitocina y endorfinas.

Sistema de Amenaza y Defensa: enfocado hacia la seguridad, lucha, huida y proteccion. Se relaciona con los sentimientos de miedo, ira, inseguridad, ansiedad  y la regulacion de la produccion de adrenalina y cortisol.

Sistema de Incentivos y Búsquedas: enfocado a conseguir metas, desafios y competir. Se relaciona con los sentimientos de logro, avance y deseos. Este sistema está asociado a la produccion de dopamina 

Estos tres sistemas se relacionan y responden a nuestra evolucion como especie. Se van activando durante toda la vida y son fundamentales en especial durante los primeros años de nuestra vida en la relacion con nuestros seres cercanos.

Pueden ayudarnos a la recuperación en periodos de alto estrés. No aislarnos y fortalecer nuestro sistema de calma y afiliacion de modo gradual y preventivo. Podemos utilizar prácticas que potencien el bienestar y la resiliencia individual e interpersonal. Lo interesante es que se ha visto que el Sistema de Calma y filiacion, es una especie de regulador interno del Sistema de Amenaza y de Logro.

Te propongo esta  pausa simple para comenzar a cuidar de ti y potenciar tu Sistema de Calma, tu bienestar y autocuidado en tiempo dificiles.

Espero te ayude, 

Soledad Cano Valdivia

Ps. Clinica – Facilitadora Programa Reduccion de estres Mindfulness- UMASS (MBSR)*Gilbert, P. (2014). Terapia centrada en la compasión. Editorial Desclée de Brouwer

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