Por Paulina Troncoso, psiquiatra

Hablar de temas complejos y dolorosos con nuestros hijos es una de las tareas más difíciles que debemos enfrentar como madres y padres. El cáncer es una enfermedad que impacta a todo el núcleo familiar del paciente, y los niños y niñas no pueden quedar al margen de esta dura realidad.

Desde mi experiencia como psiquiatra especializada en pacientes oncológicos, aquí te comparto algunas recomendaciones para tener una conversación necesaria, efectiva y saludable con tus hijos para abordar el tema del cáncer cuando éste afecta a algún ser querido:

Piensa antes de hablar
Antes de sentarte a tener esta conversación, tómate el tiempo para ordenar las ideas, pensar qué quieres decirle a tus hijos, cómo hacerlo y qué reacción deberías esperar. Es importante que antes de hablar con tus hijos tengas en consideración si estás emocional, mental y físicamente preparado para tener esta conversación.

Genera un espacio privado y confidencial
Es importante que tengas esta conversación en un espacio donde tus hijos estén cómodos, en confianza, sin distracciones ni interrupciones.

Evita que se enteren por terceras personas
Nadie conoce a tus hijos como tú, y nadie está más capacitado para tener una conversación de este tipo. Por lo mismo, es mejor abordar el tema lo antes posible, para que tus hijos reciban la información completa de una vez, y en una forma que ellos puedan comprender y manejar adecuadamente.

Pregúntales qué saben hasta ahora
Dependiendo de su edad, es posible que tus hijos manejen previamente algo de información sobre el cáncer, o que hayan escuchado parcialmente una conversación familiar. Es importante saber desde dónde comenzar la conversación para poner las cosas en perspectiva.

Considera la capacidad de atención de los niños/as
Los adultos tendemos a pensar que mientras más grave sea un asunto, más larga será la conversación al respecto. Sin embargo, los niños son inquietos y dispersos por naturaleza, y aún están desarrollando su capacidad de concentración, por lo que si te extiendes demasiado o te das demasiadas vueltas para llegar al punto, es probable que pierdas su atención y no logres una comunicación efectiva. Por lo mismo, no te alteres si notas que tu hijo se distrae mientras hablan del tema.

Responde a sus dudas en forma concreta
Según su nivel de desarrollo, los niños no dominan completamente el pensamiento abstracto. Por eso es importante que les hables en concreto y usando un lenguaje claro que ellos puedan entender.

Háblales siempre con honestidad
Ciertamente debes considerar el nivel de desarrollo de tu hijo para entregarle una explicación que pueda comprender, pero debes ser capaz de saber cuándo estás haciendo que la verdad sea más simple, y cuándo la estás disfrazando de otra cosa. Es importante que expliques claramente las consecuencias de la enfermedad y también de su tratamiento, y no generes expectativas poco reales con el fin de “suavizar” la situación.

Sé transparente y actúa natural
Es importante que tus hijos comprendan que sus padres también son personas y se ven afectadas por las mismas emociones que ellos. De esta forma también ellos logran empatizar con los demás y entienden que las emociones negativas se pueden sobrellevar acompañados, y no son un carga que deban llevar en soledad.

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