• Augusto Leguía Sur 79, of. 407, Las Condes, Santiago de Chile

El síndrome del impostor silencioso, cuando ni tú notas que lo tienes

Hay personas exitosas, capaces, admiradas por los demás… pero que viven convencidas de que su éxito es pura suerte, de que en cualquier momento los demás “descubrirán” que no son tan buenos como aparentan. Lo más preocupante es que muchos ni siquiera saben que están atrapados en este patrón. Viven en piloto automático, autoexigiéndose sin descanso, creyendo que eso es simplemente ser responsable o perfeccionista. Pero no. Eso puede ser síndrome del impostor silencioso.

No lo notas porque aprendiste a vivir así

El síndrome del impostor no siempre se ve como lo imaginas. No es solo alguien diciendo “no merezco esto”. A veces, se camufla como ansiedad constante por rendir, incapacidad para disfrutar los logros, miedo irracional a equivocarse o necesidad de demostrar valor todo el tiempo. Puede afectar a estudiantes, profesionales, padres, artistas, emprendedores. No discrimina.

Muchas veces este patrón nace en la infancia, cuando el reconocimiento estaba condicionado al rendimiento o cuando nunca fue suficiente para sentirse valioso. El problema es que, con el tiempo, esa forma de funcionar se vuelve habitual y ni siquiera se cuestiona. Solo se siente el agotamiento emocional, la inseguridad crónica y la sensación de estar representando un papel.

Dejar de fingir y empezar a habitarte

Romper con el síndrome del impostor no es solo un trabajo mental. Es un proceso profundo de reconexión con la autoestima, la identidad y el merecimiento. Requiere revisar los mensajes internos que te acompañan desde hace años, y sobre todo, dejar de vivir en función de la mirada ajena.

En terapia trabajamos para desmontar estas estructuras invisibles. Ayudamos a que las personas aprendan a validarse desde dentro, a tolerar el error como parte del aprendizaje, y a vivir desde la autenticidad. No se trata de que dejes de ser exigente, sino de que dejes de ser cruel contigo mismo.

Si te has sentido agotado, dudando de ti sin razón clara o con miedo constante a “no estar a la altura”, no lo ignores. Puede que no estés fallando. A lo mejor estés atrapado en un patrón del que no sabías que podías salir.

Equipo Psiquiatras Online


Agenda aquí
  • ONLINE
  • PRESENCIAL

Deja una respuesta

×