Sanar no siempre es tan liberador como parece al principio. De hecho, puede dar miedo. Porque sanar implica cambio, transformación y soltar viejas versiones de ti que, aunque te dolieran, también te protegían. Muchas personas comienzan un proceso terapéutico o de crecimiento personal con entusiasmo… hasta que algo dentro de ellas se resiste. Esa resistencia es común. Y es parte del camino.
Cuando sanar también significa perder una parte conocida
Hay una parte de ti que se acostumbró al dolor. A la tristeza, a la culpa, a la autoexigencia. No porque lo disfrutes, sino porque era familiar. Porque sobreviviste así. Sanar implica cuestionar todo eso. Y eso puede asustar. Porque ¿quién eres si ya no estás roto? ¿Qué pasa si cambias y los demás no lo aceptan? ¿Y si, al sanar, te das cuenta de cuánto tiempo viviste desconectado de ti?
Es importante validar ese miedo. No estás fallando por sentirlo. El temor a sanar no es debilidad, es tu sistema de defensa tratando de proteger lo que conoce. Solo que esta vez, puedes avanzar con miedo. No necesitas eliminarlo para dar el siguiente paso.
Sanar también es acompañarte mientras dudas
Avanzar con miedo implica hacerlo de a poco, sin exigencias. Pregúntate: ¿Qué parte de mí no quiere sanar? ¿Qué cree que puede perder si cambia? ¿Cómo puedo acompañarme con más compasión?
La clave no está en forzarte, sino en sostenerte. En hacer espacio para tus emociones contradictorias. En caminar lento, pero firme. Y, sobre todo, en dejar de pelear contigo mismo por sentir lo que sientes.
Si estás en un proceso de sanación y sientes que una parte de ti se resiste, no estás solo. Agenda una hora con nosotros. Te acompañamos, incluso cuando una parte de ti todavía duda.
Equipo Psiquiatras Online