• Augusto Leguía Sur 79, of. 407, Las Condes, Santiago de Chile

Cómo afecta tu psicología el vivir siempre en “modo solución”

Hay personas que, ante cualquier problema, saltan directamente a buscar respuestas. Ni bien aparece el conflicto, ya están pensando qué hacer, cómo solucionarlo, cómo seguir adelante. A simple vista, parece admirable: resolutivas, prácticas, enfocadas. Pero hay un costo silencioso de vivir siempre en “modo solución”: desconectarte de lo que sientes, no darte espacio para procesar y pasar por alto tus propias necesidades emocionales.

La mente orientada a la solución puede ser muy efectiva en lo profesional, pero a nivel emocional, puede volverse una trampa. No todo se arregla. No todo se resuelve con acción inmediata. A veces, lo que se necesita no es hacer algo, sino sentir algo. Y eso, para quienes aprendieron a no detenerse nunca, puede ser profundamente incómodo.

Resolver rápido no siempre es sanar

El problema de estar siempre en modo solución es que se vuelve una forma de evitar el contacto con lo emocional. En lugar de sentir tristeza, frustración o miedo, la persona activa su lógica: analiza, propone, ejecuta. Pero debajo de esa capacidad para actuar, muchas veces hay un vacío no atendido. Una tristeza antigua, una rabia contenida, un duelo que nunca se vivió del todo.

En consulta, es común encontrar personas que dicen “ya superé eso” porque hicieron cambios externos. Cambiaron de trabajo, terminaron una relación, se mudaron. Pero siguen sintiéndose igual por dentro. Y es que lo emocional no se resuelve con estrategia. Requiere presencia, tiempo y acompañamiento.

Vivir en modo solución puede ser una respuesta aprendida en la infancia. Quizás nunca hubo espacio para expresar emociones, o mostrarse vulnerable era mal visto. Entonces se desarrolló una lógica de supervivencia: actuar rápido, resolver, no detenerse. Funciona… hasta que deja de funcionar.

Darte tiempo para sentir también es parte de la solución

Aprender a pausar no es debilidad. Es madurez emocional. Implica reconocer que no todo se resuelve de inmediato, que hay emociones que necesitan ser escuchadas sin prisa, que no siempre tienes que tener la respuesta perfecta. A veces, simplemente tienes que estar contigo.

En terapia trabajamos precisamente eso: crear un espacio donde puedas soltar la necesidad de solucionar todo y empezar a procesar desde lo humano. Porque muchas veces, lo que parece falta de motivación o confusión, en realidad es un cuerpo agotado de resolver sin sentir.

Si sientes que vives apagando incendios emocionales sin parar, que no sabes cómo estar en calma cuando no hay algo por solucionar, o que no te das permiso de estar mal, es momento de revisar esa lógica. No todo es acción. A veces, el mayor acto de cuidado es permitirte sentir lo que siempre has evitado.

Equipo Psiquiatras Online


Agenda aquí
  • ONLINE
  • PRESENCIAL

Deja una respuesta

×